Satisfacción de DIPAZ por los avances en el tránsito de las FARC hacia la vida civil

Diálogo Intereclesial por la Paz, una coalición de creyentes que en los últimos meses ha desarrollado un ejercicio de veeduría ciudadana con relación a lo pactado entre el gobierno nacional y las FARC en materia de cese bilateral y dejación de armas, manifestó su satisfacción por los avances en el proceso de tránsito hacia la vida civil por parte de los miembros de dicha guerrilla.

John Betancourt hace parte de la iniciativa y estuvo presente en el acto llevado a cabo en días pasados en el municipio caucano de Buenos Aires con el cual se dio a conocer que un buen porcentaje de las armas de las FARC ya han pasado a manos de la ONU.

“Anima ver a una guerrillera llevando entre sus brazos a su pequeña hija, y no cargando el peso del fusil”, manifestó en reacción a la actividad. “Desde el ejercicio de veeduría humanitaria en las zonas veredales que hace DIPAZ al proceso de cese al fuego y hostilidades, resulta emocionante y conmovedor ser testigo de un momento histórico como el vivido en la vereda La Elvira”, agregó.

Si bien durante su viaje experimentó entusiasmo con la posibilidad de que el país se abra a nuevas experiencias de reconciliación, también comprobó que persisten algunas preocupaciones por parte de la población civil en comunidades como las que rodean la zona veredal en que se desarrolló el acto.

Según anotó para su crónica, a la gente le preocupa que el Gobierno no cumpla con lo pactado, “especialmente lo relacionado con inversión local, desarrollo rural y sustitución de cultivos ilícitos, para poder superar las condiciones de exclusión y desigualdad”. A su parecer, la desconfianza radica, en buena medida, en que son testigos de cómo a día de hoy la infraestructura acordada para las zonas veredales no está terminada y que los proyectos de implementación temprana acordados con las comunidades no se han cumplido.

“La vía de acceso a la ZVTN Carlos Patiño (en Buenos Aires, Cauca) ejemplifica el abandono: no tiene pavimento, nunca lo ha tenido y la comunidad tiene cifradas sus esperanzas de tener una ‘vía digna’ a partir de la inversión social que conllevaría la implementación de los acuerdos de paz”.

Semanas atrás, DIPAZ pidió a la sociedad civil colombiana unirse a las acciones de veeduría al cumplimiento del acuerdo final entre el Gobierno y las FARC; igualmente, articular esfuerzos para visibilizar efectos positivos y negativos de la implementación de lo pactado, en las regiones. A lo anterior Jhon Betancourt añade: “hay retos y desafíos, pero el tiempo para la paz ya no tiene reversa”.

Fuente y foto: John Betancourt