La mezquita de Abu Dhabi pasa a llamarse María, Madre de Jesús. El príncipe de Abu Dhabi, Zayed Bin Mohammad –que se reunió con Francisco en el Vaticano en septiembre– ha tomado esta decisión, que se hizo efectiva el miércoles 14 de junio, para “fortalecer lazos entre las diferentes religiones”, según pública Gulf News.
El obispo Paul Hinder, jefe del Vicariato Apostólico de Arabia del Sur, ha aplaudido la decisión como “un signo de tolerancia hacia todos aquellos que veneran a María, la madre de Jesús, de una manera particular”. Y ha añadido: “Ella está presente de forma prominente tanto en la Biblia como en el Corán, y constituye un vínculo importante entre los cristianos y los musulmanes”.
Por su parte, el ministro de Tolerancia, Lubna Al Qasimi, ha agradecido este gesto de Bin Zayed, que, según sus palabras, “establece un ejemplo brillante, y una hermosa imagen de la tolerancia y la convivencia de la que disfruta Emiratos Árabes Unidos”. Y es que allí conviven personas de 200 nacionalidades diferentes.
Los obispos polacos publicarán en octubre sus líneas guía sobre ‘Amoris laetitia’. ¿Y que pasa con los divorciados vueltos a casar? En este caso se sigue la enseñanza de Juan Pablo II, es decir, solo podrán comulgar si se comprometen a vivir en castidad, según han acordado los prelados en su Asamblea Plenaria.
Según explica el vaticanista Andrea Tornielli en Vatican Insider, “la posición que surge al leer el comunicado de los obispos polacos no es una sorpresa, si se recuerdan los comentarios y las entrevistas que concedieron algunos de los miembros de ese mismo episcopado durante los dos Sínodos dedicados a la familia, claramente en contra de cualquier cambio en la disciplina sacramental como fue fijada por el Papa Wojtyla”.
Una vez más, unos se tiran a la piscina y cogen la exhortación como su nueva guía para la pastoral familiar y otros la cogen con pinzas. Así, los obispos de Sicilia (son 18) se abren a la comunión para los divorciados vueltos a casar. Lo hacen con la redacción de un documento “para aceptar cada vez más plenamente el Evangelio de la familia, esencial para toda la comunidad eclesial y para la sociedad.”
El arzobispo de Caracas (Venezuela), Jorge Urosa Savino, ha indicado que el joven que fue hallado carbonizado en el estado de Aragua, al que identificaron en un primer momento como su sobrino, no es pariente suyo. La realidad es que Enrique Antonio Schutte Urdaneta era sobrino nieto del fallecido Francisco de Guruceaga, obispo emérito de La Guaira.
En declaraciones a ACI Prensa el purpurado matizó el 14 de junio que “el joven asesinado no era sobrino mío, sino de un obispo fallecido hace ya hace unos 7 años. ¡Que en Paz descanse!”.
En plena ola de violencia en Venezuela, la policía localizó el cuerpo carbonizado del joven (26 años). Según publicaron varios medios locales, era el sobrino de Urosa. Sin embargo, queda desmentido por el propio prelado.