Tras el rezo de la oración mariana del ángelus desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, hoy domingo 25 de junio, el papa Francisco ha querido recordar a la población de la aldea china de Xinmo, al sureste del país, que ha sufrido las consecuencias de unas inundaciones que han provocado movimientos de tierra este sábado.
“Rezo por los difuntos y los heridos y por cuantos han perdido su casa. Que Dios consuele a las familias y sostenga a los equipos de ayuda”, ha pedido Francisco.
También se ha referido el Papa a la beatificación del obispo Teófilo Matulionis, mártir lituano. “Damos gracias a Dios por el testimonio de este defensor de la Iglesia y de la dignidad humana”, ha subrayado el pontífice a la vez que ha pedido un aplauso para todo el pueblo lituano.
Además de dirigirse a otros grupos significativos de peregrinos presentes en la plaza de San Pedro, Francisco ha citado a las celebraciones de la iglesia greco-católica de Ucrania que está conmemorando el 150º aniversario de la canonización de san Josafat, lo que incluye la celebración de la Divina Liturgia en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, a la que el Papa ha querido “unirse espiritualmente”.
La misión cristiana no es garantía de “tranquilidad”
En su reflexión antes del ángelus, el Papa se ha referido a las lecturas de la misa. El evangelio del domingo de hoy está tomado del discurso de Jesús –en el evangelio de Mateo– sobre el discipulado. Unas palabras con las que los prepara para “las pruebas y las persecuciones que se encontrarán”.
“El envío a la misión por parte de Jesús a los discípulos no garantiza el éxito, así como tampoco te libra de los fracasos o el sufrimiento”, ha advertido el Papa.
La misión cristiana no es garantía de “tranquilidad”, “las dificultades y tribulaciones son parte de la obra de evangelización, y nosotros estamos llamados a encontrar en ellas una oportunidad para verificar la autenticidad de nuestra fe y de nuestra relación con Jesús”, asegura Bergoglio.
El Papa ha invitado a que “debemos tener en cuenta estas dificultades como una oportunidad para ser aún más misioneros y crecer en la confianza en Dios, nuestro Padre, que no abandona a sus hijos en la hora de la tormenta”.
Persecuciones
Estas persecuciones a los cristianos están presentes hoy en día, ha denunciado el Pontífice. Por eso ha pedido a todos, rezar “por nuestros hermanos y hermanas que son perseguidos y alabamos a Dios porque, a pesar de esto, siguen testimoniando con valentía y fidelidad a su fe”.
El Papa ha advertido que “una forma de prueba también puede ser la ausencia de hostilidad y tribulaciones”, así el Señor “nos envía como centinelas entre las personas que no quieren ser molestado por el estupor mundano, haciendo caso omiso de las palabras de la verdad del Evangelio, y se construye su propia verdad efímera”.
Ante estas dificultades, Francisco ha repetido varias veces las palabras del evangelio del día: “No tengáis miedo”, porque “Jesús nos acompaña”.
