El cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga ha estado en España la semana pasada, para inaugurar, el 16 de junio, el IX Congreso Teológico Pastoral de la diócesis de Coria-Cáceres, con una conferencia en la que explicó los retos de la Iglesia en la misión evangelizadora en el mundo actual.
Lo hizo en el marco de la celebración del Sínodo diocesano que está en marcha en esta sede extremeña: “Con él queremos una iglesia más en salida y para los pobres”, explicó el obispo Francisco Cerro.
El arzobispo de Tegucigalpa adelantó que “la Iglesia siempre ha sido desafiada y no le tiene miedo a los desafíos, aunque los actuales son bastantes intensos”. Así, alertó de que “no podemos seguir haciendo más de lo mismo; los sínodos sirven para cambiar las cosas”. Y recalcó que “el mundo existe con sus problemas y complejidades con síntomas y desafíos que se convierten en retos para la misión evangelizadora de la Iglesia”.
“Donde más tiene que hacerse la reforma es en los sacerdotes”
Entre los desafíos para la Nueva Evangelización señaló la globalización, las nuevas tecnologías de la comunicación, la política, la pastoral social y el cuidado del medio ambiente. Para hacer frente a estos retos el cardenal Maradiaga defendió la importancia de “una acción multidisciplinar”, señalando que “donde más tiene que realizarse la reforma es en nosotros, los sacerdotes”.
Por eso, con el ejemplo de una orquesta musical, explicó que los párrocos deben ser los directores de sus orquestas, que son las parroquias. “No habrá reforma si el sacerdote no está imbuido de la fuerza del Espíritu Santo, en caso contrario, la posible reforma será más de lo mismo. Conozco muchos sínodos, pero lo importante es que se apliquen, que no se queden solo en los documentos y que sean evaluados, es algo fundamental”.
“Hay que globalizar la solidaridad”
En cuanto a la globalización, señaló que “solo ha sido de la tecnología y la economía; frente a esto hay que globalizar la solidaridad, que es el mensaje de Cáritas”. El cardenal se preguntó sobre “cómo hacer llegar el mensaje del Evangelio hasta el último rincón del mundo” respondiendo que “estoy convencido de que en muchas de nuestras diócesis necesitamos foniatras; creemos que la gente nos escuchan, pero no nos están entendiendo”.
Maradiaga destacó la necesidad de estar en los medios informáticos y tecnológicos, en caso contrario “dejamos solo a los que tienen otras intenciones”, y afirmó que para los cristianos, la globalización “es una enorme posibilidad para la nueva evangelización”.
“Sí a cristianizar la política, no a politizar la fe”
Sobre la política, indicó que “nuestra actitud va a depender de la connotación que le demos” y animó a los seglares a comprometerse: “Se trata de cristianizar la política, pero no de politizar la fe, porque si la fe se separa de la política, se convierte en un gueto y perdería relevancia histórica, pero una iglesia politizada sería una mera institución secular y perdería la vocación del Evangelio”.
Habló de la teología de la liberación, explicando que “no es comunismo, eso fue una línea, es un paso adelante para que se pueda entender que todos tenemos una responsabilidad en la construcción de la polis”. Y quiso añadir que “nos hemos refugiado en un cristianismo individualista sin efectos sociales”.