Vaticano

Francisco a los cardenales: “Somos abuelos llamados a soñar y dar nuestros sueños a la juventud de hoy”

  • El Papa celebra con una misa los 25 años de su ordenación episcopal
  • Ha asegurado al Colegio cardenalicio que “no somos la gerontocracia de la Iglesia”, sino “los que dan experiencia”





El 27 de junio de 1992 era ordenado obispo en Argentina Jorge Mario Bergoglio. Para celebrar estos 25 años de este ministerio episcopal, el Papa ha celebrado la eucaristía, hoy martes 27 de junio, en la capilla Paulina del Palacio Apostólico del Vaticano, acompañado por los cardenales residentes en Roma y los llegados para el consistorio que se celebrará mañana miércoles.

Al inicio de la celebración, el cardenal Angelo Sodano, como decano del Colegio cardenalicio, ha felicitado al Pontífice por su celebración, a la vez que le ha asegurado “la cercanía y la oración” de todos los cardenales, que han querido participar en la eucaristía como “signo de profunda comunión”. En español, ha dicho la palabras de san Pablo a los Corintios: “Dadnos un lugar en vuestro corazón”. “Usted tiene un puesto en nuestro corazón”, ha concluido.

“Somos los abuelos de la Iglesia”, no una “gerontocracia”

En su homilía, el papa Francisco ha comentado los tres verbos del diálogo entre Dios y Abrahán: “Levántate, mira, espera”. Tres actitudes interiores que marcan todo el camino de fe de Abrahán que “no deja de ponerse encamino, siempre con la tienda preparada”, dispuesto a vivir mirar “más allá” y vivir “la mística del horizonte” que implica que “cuando más se va adelante hay más horizonte” y la confianza en las palabras de Dios que le dice que “la herencia saldrá de ti”.

A partir de esta experiencia, el Papa ha recordado que este cambio de vida en Abrahán so produjo cuando “tenía más a menos nuestra edad, para jubilarse, para descansar”, en referencia a la edad de los cardenales. “Un hombre anciano, con el peso de la vejez, aquella vejez que lleva los dolores, las enfermedades… y como si fuese un joven, un scout, Dios le llama”. “El Señor nos dice lo mismo. No es la hora de cerrar nuestra historia. Nuestra historia está abierta aún, abierta con una misión”, ha resaltado el Papa.

Francisco ha invitado a los cardenales a comprometerse con la propia situación vital, señalando que “alguno que nos quiere bien dice de nosotros que somos la gerontocracia de la Iglesia. Es una burla […] Somos los abuelos. Si no sentimos esto, tenemos que pedir la gracia de sentirlo. Los abuelos a los que miran nuestros nietos. Los abuelos que debemos dar a ellos un sentido de la vida con nuestra experiencia”.

Y, siguiendo el texto bíblico, ha dicho que “para nosotros, levantarnos, mirar, esperar… se llama soñar. Estamos llamados a soñar y dar nuestros sueños a la juventud de hoy, que tiene necesidad. Ellos tomarán de nuestros sueños la fuerza para profetizar y llevar adelante su misión”.

Así ha concluido su homilía insistiendo que “el Señor nos pide ser abuelos, nos pide la vitalidad de dar a los jóvenes lo mejor de nosotros. Esperan de nuestra experiencia, de nuestros sueños positivos para llevar adelante la profecía y el trabajo. Pido la gracia de soñar y dar este sueño a nuestros jóvenes”.

Al final de la celebración, el papa Francisco ha agradecido las felicitaciones y ha pedido perdón por sus pecados.

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