Creación de los nuevos cinco cardenales, curso sobre la crisis de los refugiados en Santander, presentación en Madrid de un libro de Nicolás Castellano sobre Adou, el niño de la maleta, y funeral de Jaime Bonet, fundador de Verbum Dei
El 28 de junio se celebra la memoria de san Ireneo de Lyon, referente eclesial en el siglo II y uno de los máximos baluartes contra el auge del gnosticismo.
El 28 de junio de 1519, Carlos I de Castilla fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, bajo el nombre de Carlos V. Con él se consolidó el camino abierto por los Reyes Católicos y los reinos de España, unificados en torno a la Corona, pasaron a ser hegemónicos en el continente y más allá del océano, con América (y su oro) como puntal. Pese a ese auge político, el pueblo llano no vio mejorar sus condiciones de vida; más bien al contrario, pues los anhelos de más tierras conllevaban más guerras… y más impuestos y más personas para engrosar los ejércitos.
Significativamente, otro 28 de junio, pero de 1579, el sucesor de Carlos I, Felipe II, mandó encarcelar por traición a su secretario personal, Antonio Pérez. Huido al extranjero, él fue el artífice de la “leyenda negra” sobre España cuyos ecos perduran, en determinadas cuestiones, incluso hasta hoy.