Mientras el coro ensayaba en la Plaza para la misa de la festividad de San Pedro y San Pablo, hoy jueves 29 de junio, a pocos metros, en la Sala Stampa, tenía lugar una comparecencia de urgencia. “Repito que soy inocente de todos estos cargos. Son falsos. La sola idea de los abusos sexuales me resulta abominable”, exponía el cardenal George Pell, responsable de las finanzas de la Santa Sede, después de que durante la madrugada europea se diera a conocer que está imputado por varios delitos de pederastia por la justicia.
“Soy contundente y claro en mi rechazo a estas acusaciones”, enfatizó un Pell que se dirigió a los periodistas con seguridad en su exposición.
El cardenal tendrá que comparecer ante la Corte Magistrados de Melbourne el próximo 18 de julio, tras un largo proceso de investigación. “Estoy deseando que llegue ese día en que finalmente pueda acudir al juicio”, explicó el prefecto de la Secretaria de Economía de la Santa Sede y miembro del Consejo de Cardenales creado por Francisco para aconsejarle en la reforma de la Iglesia.
“He informado regularmente al Papa del proceso”, comentó el purpurado, que expresó ante los periodistas que “en estos días he hablado con él sobre la necesidad de irme para limpiar mi nombre”.
“Estoy agradecido por su apoyo por permitirme regresar a Australia”, añadió, además de comentar que está consultando con sus abogados y sus médicos para ver “cuál es el mejor” momento para hacerlo. “La noticia sobre esta imputación refuerza mi propósito y el proceso judicial me ofrece una oportunidad para limpiar mi nombre y volver a mi trabajo a Roma”, concluyó.
Por su parte, la Santa Sede publicó un comunicado en el que admitió haber recibido con “desagrado” la imputación de Pell, que confirma la decisión de Francisco de concederle “un período de excendencia para poderse defender”.
En este sentido, el portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, explicó que la ausencia del responsable de la Economía del Vaticano no impedirá que este departamento “continúe desarrollando los deberes institucionales que le son propios”, de tal manera que todos los secretarios permanecerán en sus cargos “para tramitar asuntos de carácter ordinario”.
El comunicado reitera que el Papa “ha podido apreciar la honestidad del cardenal Pell durante los tres años de trabajo en la Curia Roma, le está agradecido por su colaboración y, en particular, por su enérgico empeño a favor de las reformas en el sector económico y administrativo y por su activa participación en el Consejo de Cardenales”.
De la misma manera, la Santa Sede ha subrayado “su máximo respeto hacia la justicia australiana” y ha recordado la reiterada condena de Pell hacia los casos de abusos sexuales, su cooperación con la Justicia y su apoyo para crear la comisión vaticana de protección de los menores.