“A todos los que idearon, trabajan y escuchan la radio Cristo de los Villeros, a todos mis hermanos de la parroquia San Juan Bosco, de Villa La Cárcova, Villa 13 de julio, Villa Curita de José León Suarez, les mando un afectuoso saludo y mi bendición”.
Una vez más, la voz del Sumo Pontífice resonó en una radio argentina… Pero no fue un audio que fácilmente se puede conseguir en los tantos mensajes del Papa que transmite Radio Vaticana. Se trató de un mensaje de audio que el papa Francisco grabó de manera exclusiva para la comunidad de la Villa La Cárcova, en la localidad de José León Suárez (Buenos Aires).
Sucede que el pasado domingo 2 de julio, el padre José “Pepe” Di Paola inauguró Cristo de los Villeros, una emisora FM que levantó con la ayuda de todos de los vecinos del barrio, quienes la sostienen, la mantienen y producen muchos de los contenidos que se emiten.
“Qué Dios los bendiga y recen por mí. Yo voy a rezar por ustedes y lo voy a hacer de corazón”, dijo el Papa al concluir su mensaje de voz, en el marco de un festival solidario que se llevó a cabo para estrenar el nuevo medio de comunicación comunitario.
Pero esta no es la primera vez que Francisco deja un mensaje a una radio. A comienzos de 2014 FM Bajo Flores (una radio comunitaria que funciona en la Villa 1-11-14, en la periferia sur de la Ciudad de Buenos Aires) se convirtió en el primer medio argentino en tener una entrevista en exclusiva con el Papa.
En aquel momento, dos jóvenes de la radio viajaron a Roma y entrevistaron al Pontífice. No solo le pidieron al Papa un balance de su primer año de pontificado, sino que además hablaron de la importancia de los medios comunitarios, de la educación, del trabajo y de la presencia de la iglesia en los barrios pobres. “El trabajo de los curas villeros no es ideológico sino apostólico; aquellos que piensan que hay dos iglesias se equivocan y no entienden cómo se trabaja en las villas de emergencia”, dijo Francisco en aquella entrevista.
Con el mensaje de este último domingo, Francisco vuelve a mostrar su cercanía con los sacerdotes que trabajan en los barrios pobres y en las villas de emergencia y el aprecio por la gente más sencilla, en medio de un pueblo argentino que aún está triste por no recibir aún la visita del Papa argentino.