Dos semanas después de que se celebrara el 39º Congreso Federal del PSOE, los socialistas han dado a conocer las resoluciones que se aprobaron en el cónclave que coronó a Pedro Sánchez como secretario general.
La nueva hoja de ruta del PSOE se materializa en un documento de 149 páginas bajo el título “Somos la izquierda”. Antes de la clausura del Congreso, se dieron a conocer algunas de las resoluciones aprobadas en las tres comisiones de trabajo.
Así, en relación a la Iglesia, los socialistas aprobaron avanzar en una mayor laicidad del Estado, lo que se traducirá en una denuncia de los acuerdos Iglesia-Estado para “avanzar hacia una nueva ley de igualdad y libertad religiosa”, además de proponer una revisión de las inmatriculaciones hechas por la Iglesia con carácter retroactivo, así como instarle al pago del Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) así como el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Además el PSOE se compromete a sacar adelante una ley para lograr “despenalizar la eutanasia”.
Junto a estas medidas, el documento revela resoluciones que, si bien previsibles, no se habían dado a conocer hasta ahora, especialmente en materia educativa.
“Ninguna religión confesional debe formar parte del currículo y del horario escolar”, se recoge hasta en dos ocasiones en el texto final de la comisión sobre marco estratégico, ponencia política y social, según ha comprobado Vida Nueva.
De esta manera el PSOE se compromete a borrar la presencia, no solo de la Religión Católica de las aulas, sino que no contempla una asignatura sobre el hecho religioso o el diálogo entre religiones.
Es más, el documento subraya que “la educación laica es un compromiso moral e institucional” por lo que “los centros escolares públicos y los planes oficiales de estudios se ajustarán a los principios constitucionales de aconfesionalidad propia del Estado laicos”.
“Recuperaremos la asignatura de Educación para la Ciudadanía”, aboga el PSOE de Pedro Sánchez. Así, se defiende que “la naturaleza laica del Estado se ha de traducir en una potenciación de la educación laica y en valores, que se oriente a lograr que los centros educativos sean escuelas de ciudadanía, reforzando el futuro y el valor de la democracia”.
Por otro lado, entre las resoluciones se subraya que “queremos fortalecer el servicio público de la educación, protegiéndolo frente a la tendencia privatizadora”. Eso sí, presentan a la escuela concertada como “centros de iniciativa social” que “podrán, mediante sistema de concierto, formar parte del servicio público escolar, complementando, pero no sustituyendo, la oferta pública de educación gratuita, siguiendo un orden social de prioridades y necesidades”.
El documento matiza en este punto que no podrán acogerse a este sistema los centros que lleven a cabo “cualquier segregación o exclusión, incluida la de género” en una advertencia directa a los colegios de educación diferenciada.
En este sentido, el PSOE aterriza hasta tal punto que se compromete a “evitar la discriminación por razón de género en el uso de los uniformes escolares en centros sostenidos por fondos públicos”.
Junto a estas iniciativas en materia educativa, los socialistas también se comprometen a dar pasos en “la autofinanciación de la Iglesia”, además de promover “la secularización de las ceremonias y signos y la neutralidad de todas las instituciones, servicios y servidores públicos respecto a las convicciones ideológicas y religiosas de los ciudadanos”.
Bajo este prisma, el PSOE retoma la idea de sacar adelante “una Ley de Conciencia y de Libertad religiosa” con el fin de garantizar “la no discriminación entre creyentes y no creyentes de determinadas religiones”.