Al concluir su 206 Asamblea Ordinaria este viernes 7 de julio, la Conferencia Episcopal Panameña (CEP) informó que se ha configurado la estructura formal para avanzar con pasos firmes en los procesos de organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se realizará en ese país en enero del 2019.
A través de un comunicado, los obispos panameños explicaron que una de las acciones para animar en la región la participación de los jóvenes en esta jornada –en la que se espera que esté presente el papa Francisco– es la peregrinación de la cruz y el icono de la Virgen de la JMJ, que serán entregados a México en agosto de este año, y luego continuarán su recorrido por Centroamérica, El Caribe, y concluirán en Panamá.
Por lo anterior, urgieron a desarrollar una catequesis dirigida a los jóvenes, que los lleve a vivir la JMJ “como un encuentro con el Señor, y sea el punto de partida para una nueva evangelización del mundo juvenil”.
Al pueblo de Panamá en general, le recodaron que la JMJ será una oportunidad para engrandecer la patria. “Redescubramos nuestras capacidades y habilidades que históricamente hemos demostrado. Abramos la mente, el corazón y las puertas de nuestros hogares para recibir a la juventud peregrina en el 2019”.
La CEP también se refirió a la “Gran marcha por la Familia y el Matrimonio”, que se llevará a cabo en ese país el próximo jueves 13 de julio.
En este sentido, recordaron que para la Iglesia católica, la promoción y la defensa de la institución familiar es una misión y preocupación permanente, no sólo cuando está amenazada por sectores que quieren imponer una ideología que va contra la naturaleza humana, sino también en las situaciones difíciles para su desarrollo.
Por ello, consideraron que afirmar que la defensa de los valores de la familia es discriminar o que por ello se es homofóbico, es distorsionar la verdad.
También calificaron de absurdo pretender acallar la voz de la Iglesia Católica, porque tiene el derecho y el deber, como el resto de la sociedad, de hacerla sentir cuando ve amenazadas células fundamentales de la sociedad, como son el matrimonio y la familia.
Destacaron la irremplazable tarea de los padres en ser los primeros responsables en la educación de sus hijos, “por lo que cualquier propuesta que no respete este derecho es injusta y va en contra del proceso de construcción de una sociedad estable y humana”.
En su comunicado, los obispos panameños también manifestaron su preocupación por la realidad social que vive el país, especialmente por los jóvenes, ante las pocas oportunidades que tienen para su desarrollo personal, profesional y espiritual, y las muchas ofertas de organizaciones delictivas que les proponen “una vida sin esfuerzo alguno, sin ética ni moral, teniendo el riesgo de involucrarse con el crimen organizado”.
Lamentaron además la falta de acceso a la atención médica y a las medicinas, y la carencia de centros de salud y hospitales con personal idóneo y equipo médico especializado para atender las necesidades de la población.
Ante estas preocupaciones, urgieron al gobierno a implementar una política de Estado con una visión más integral, en la que se aborde de manera global las distintas problemáticas, involucrando a todas las instituciones, para ofrecer una respuesta permanente a las inquietudes de la comunidad”.
La CEP hizo público su agradecimiento al represente del Papa, monseñor Andrés Carrascosa Coso, quien fue designado por el Santo Padre para servir en su nombre en Ecuador, a partir del próximo 18 de julio.
“Monseñor Andrés ha compartido parte de nuestra historia eclesial y social, durante los últimos ocho años, caminando en muchas oportunidades entre nuestras comunidades, que le han manifestado su amor y adhesión al Santo Padre Francisco y a su representante en Panamá”.
Por último, agradecieron a Dios la experiencia vivida durante su reciente Visita Ad Limina Apostolorum, “en la que se ha manifestado, de una forma más visible, la comunión de la Iglesia de Panamá con el Sucesor de Pedro, así como la comunión fraterna entre nosotros”.