“La Biblia se convierte en Sagrada Escritura en tanto y en cuanto haya un creyente que la reciba como tal. Luego queda un paso más: lograr que ese texto recibido como sagrado transmita la buena noticia de la salvación, así llega a ser Palabra de Dios para nosotros hoy”, explica Gerardo García Helder. Este psicólogo, laico, especialista en Sagrada Escritura conforma el Departamento Nacional de Animación y Pastoral Bíblica de la Conferencia Episcopal Argentina junto con José Vicente Conejero Gallego, obispo de Formosa, y un equipo de 18 personas más. Hoy todos ellos se encuentra en plena organización del Encuentro Nacional de Animación y Pastoral Bíblica (ENAPBI 2017) que se realizará del 14 al 16 de julio en las instalaciones de la Universidad Católica Argentina, en Puerto Madero (CABA), en conjunto con el Encuentro Nacional de Evangelización y Catequesis (ENEC 2017).
Bajo el lema ¡Felices los que escuchan y viven la Palabra! están invitando a participar a los delegados o referentes diocesanos de animación y/o pastoral bíblica, a los agentes pastorales interesados en la animación bíblica de sus propios ámbitos pastorales y a creyentes en general.
“Queremos anunciar que nuestra felicidad se funda en escuchar y vivir la Palabra de Dios, que se ha acercado a nosotros para hablarnos como amigo, y quiere que todas las personas se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”, afirma convencido García Helder a Vida Nueva.
PREGUNTA.- ¿Qué es la animación bíblica?
RESPUESTA.- La animación bíblica es la iluminación y revitalización de la propia vida o de una realidad determinada a partir de la Palabra de Dios testimoniada en los textos bíblicos. Cuando esa realidad es una actividad pastoral hablamos de ABP (animación bíblica de la pastoral) que es el nuevo paradigma pastoral que se viene haciendo fuerte sobre todo por el Documento Conclusivo de Aparecida (248) y de la Exhortación Verbum Domini (73) de Benedicto XVI.
El papa Francisco, en un encuentro del año pasado con la Pontificia Comisión Bíblica, dijo que “la Palabra de Dios precede y excede a la Biblia”. Los católicos romanos desde hace unos 50 años venimos redescubriendo el valor de las Sagradas Escrituras; pero muchas veces caemos en el error de identificar Biblia con Palabra de Dios. Primero y fundamentalmente, la Palabra de Dios es Jesucristo, la Palabra plena y definitiva de Dios dirigida a la humanidad en la plenitud de los tiempos. También la Creación, la comunidad eclesial, los signos de los tiempos y los hermanos y hermanas, son Palabras de amor que Dios nos dirige. A lo largo de la historia, mucha gente con las Sagradas Escrituras en la mano han hecho barbaridades… Ahí no podemos decir que se han leído las Sagradas Escrituras como Palabra de Dios; ya que todo lo que sale de Dios transmite vida, no muerte; liberación, no represión; inclusión, jamás marginación y mucho menos estigmatización.
Al volver a los textos, haciendo el esfuerzo de superar los recortes y las domesticaciones del mismo, al tratar de descubrir su amplitud y diversidad de sentidos conseguimos una visión más rica de la Iglesia, de la historia, de nosotros mismos. San Gregorio Magno decía que “las Sagradas Escrituras crecen con el que las lee”; hoy también podríamos decir que el que lee las Sagradas Escrituras, si las recibe como Palabra de Dios, ensancha su mente y su corazón, se convierte, crece.
P.- ¿Cómo hacemos para “volver a los textos”?
R.- Cuando leo el texto bíblico como Palabra de Dios no estoy leyendo algo que se dijo para otros o algo que ocurrió hace tiempo, sino que estoy leyendo algo que se me dice a mí y que ocurre actualmente. Cuando, por ejemplo, en el capítulo 19 del evangelio según Lucas leo que Jesús dice a Zaqueo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”, siento que también me lo dice a mí y me lleno de alegría. Y cuando, en ese mismo pasaje leo: “todos murmuraban de Jesús”, también me siento incluido en ese todos; porque yo también puedo distanciarme del Señor cuando lo veo acercarse a personas a las que no considero dignas de él. La aproximación al texto bíblico, haciendo el esfuerzo por evitar lecturas e interpretaciones prejuiciosas, el dejarnos animar por él, conduce a la Iglesia por un camino de continua conversión.
P.- ¿Cómo hicieron para elegir y definir el tema del ENAPBI?
R.- “El lema ¡Felices los que escuchan y viven la Palabra! es una expresión que aparece en la Biblia, según el evangelio de Lucas (11, 28), Jesús lo dijo a una mujer que lo piropeó diciéndole: “¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!”. Para Jesús la fuente de la felicidad no está en la relación carnal o institucional con él sino en la actitud discipular de escuchar y vivir la Palabra. Y ¿qué queremos anunciar con esto? Queremos comunicar que es posible ser feliz, incluso en medio de las dificultades y los sobresaltos de la vida, y que es hermoso poderlo comunicar a otras personas. El Dios que nos presenta la Biblia no pretende que nos acerquemos a él mediante ritos acartonados y caras largas, sino que quiere que experimentemos felicidad al escuchar que él se acerca a nosotros con misericordia. El cristianismo no es una religión de purificación para poder acercarnos a Dios sino, en todo caso, de purificación porque reconocemos que él, al acercarse, nos purifica gratuitamente.
A medida que uno va recorriendo el testimonio de las Sagradas Escrituras, va aprendiendo del mismo Dios a acercarse mucho más al mundo concreto en el que nos toca vivir. No con una actitud de combate o de defensa sino de diálogo (que implica no solo hablar sino fundamentalmente escuchar) y de encuentro con los demás seres humanos y con la maltratada creación. Podemos aprender a ser como Dios, que camina por la historia universal en medio de nosotros. La conversión individual y pastoral, esta apertura eclesial y personal a un Dios que nos sorprende con su cercanía es seguramente el fruto más precioso de la animación bíblica.
P.- ¿Qué actividades tienen previstas para el ENAPBI?
R.- Fundamentalmente tenemos previstas dos tipos de actividades: por un lado se trabajará especialmente con los delegados o referentes diocesanos de Animación Bíblica el documento “Orientaciones de Animación Bíblica de la Pastoral” elaborado por especialistas del CELAM y de FEBIC –vendrá a ayudarnos en esto el Pbro. Lic. Guillermo de Jesús Acero Alvarín, director saliente del CEBITEPAL– procurando luego confeccionar con los representantes de las diócesis una hoja de ruta para orientar nuestra acción en el trienio 2017-2020.
Para quienes forman parte de alguna instancia de animación o pastoral bíblica o simplemente se interesan por escuchar al Señor que nos habla por el testimonio de las Sagradas Escrituras sin ser miembros de ningún equipo especial se ofrecerán tres conferencias generales que van a tratar de iluminar varios aspectos, pero también lo que entendemos por animación bíblica de la pastoral, y lo que significa esta animación en la vida concreta de las personas, las parroquias y las diócesis. Por otra parte, habrá charlas, talleres y presentaciones de materiales y experiencias de acuerdo a diversos intereses personales y pastorales.
En un ENAPBI no se pretende bajar línea, sino que se busca descubrir qué nos quiere decir Dios en este momento de nuestra historia como Iglesia que –entre luces y sombras, “en medio de las persecuciones mundanas y los consuelos de Dios” (como diría san Agustín)– peregrina en Argentina”.
P.- ¿Cuál es el cronograma para esos días?
R.- Esto se pueden consultar en el blog de ENEC 2017. Pero creo que lo más importante es que se favorecerá el contacto con otros agentes pastorales de todo el país y que a los delegados y referentes diocesanos se les ofrecerán elementos concretos para la conformación de los equipos diocesanos de ABP.
P.- ¿Qué tienen que hacer aquellos agentes pastorales que quieran participar del ENAPBI?
R.- Nosotros quisiéramos que muchos participen, no solo las personas que ya están trabajando en pastoral o animación bíblica, o que deseen comenzar a animar bíblicamente sus áreas de trabajo pastoral. De modo que a quienes estén interesados les sugerimos que se pre-inscriban entrando al blog.
La FEBIC también presente
P.- Coincidiendo con esto se realizará un encuentro de los miembros nacionales de la Federación Bíblica Católica (FEBIC)
R.- Así es, como lo veninos haciendo anualmente, los miembros de la FEBIC de Argentina (que actualmente es uno de los países con mayor número de afiliados en el mundo) nos encontraremos en el marco del ENAPBI. Allí pensamos estrategias de colaboración ya que la FEBIC es fundamentalmente una plataforma que favorece el trabajo bíblico. Tenemos que ir pensando como celebrar los 50 años de la creación de este organismo que depende del a Santa Sede
P.- ¿Qué temas abordará la reunión de FEBIC?
R.- Estamos elaborando el orden del día. La FEBIC es una organización internacional creada por Paulo VI con el fin de garantizar la aplicación de la Constitución Dei Verbum; los miembros asociados tienen derecho a presentar los temas que desean se traten en la reunión.
El Comité Ejecutivo Regional (que abarca a América Latina y el Caribe) es el máximo organismo de la región, en los intervalos entre las asambleas plenarias, que se realizan cada seis años, tiene a su cargo la administración y coordinación general de la misma. Está conformado por el Coordinador Regional, los Coordinadores de zona, el Secretario General de la Federación o su representante, los integrantes del Comité Ejecutivo de FEBIC pertenecientes a la Región de América Latina y el Caribe y el Director de CEBITEPAL. En este momento somos ocho miembro, de los cuales tres argentinos: el padre Rubén Darío Bergliaffa, sacerdote paulino, Director de SOBICAIN de Argentina, el padre Damián Nannini, Director entrante de CEBITEPAL y un servidor que está como Coordinador Cono Sur.
Cuando estaba como coordinador zonal de FEBIC el recordado padre Ángel Caputo, que falleció el 8 de diciembre de 2009, se organizaron varios encuentros en distintos lugares del país; quizás hoy lo que tengamos que hacer es esforzarnos más en tejer una red a partir de lo que la tecnologías y los dispositivos móviles nos ofrecen, en donde todos podamos compartir las actividades que realizamos o las necesidades que tengamos e interactuar. Hoy en día tenemos esta ventaja, un “don de Dios”, según dijo el papa Francisco, una herramienta útil pero la tenemos que aprender a usar… Quizás, los que hoy estamos en esto, no necesitamos seguir tomando tantos cursos de formación bíblica, sino más bien de utilización de medios de comunicación, de estrategias de marketing, de procuración de recursos…, para que la Palabra llegue a todos los pueblos o culturas como dice Mateo al final de su evangelio.
Seguramente hablaremos de las varias Diplomaturas en Biblia que se han abierto –con distintas modalidades: on-line, semi-presencial o presencial– a cargo de distintos miembros asociados a FEBIC.