Del 3 al 7 de julio se llevó a cabo el II Encuentro-Taller de Obispos “La Iglesia y el Obispo en la Construcción de la Paz”, convocado por la Comisión para la Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en comunión, diálogo y colaboración con el CELAM.
En entrevista para Vida Nueva Digital México, Jimena Esquivel Leautaud, secretaria ejecutiva de la Dimensión de Justicia Paz y Reconciliación – Fe y Política, explicó que en el encuentro se compartieron experiencias que ya se llevan a cabo y que permiten, como Iglesia, hacer frente a la violencia que impera en el país.
Señaló que el objetivo fue acercarle a los obispos metodologías y herramientas prácticas para que puedan impulsar procesos en sus propias diócesis, y tengan más claro cuál es su papel ante la situación de cada Iglesia local. “Y es que –dijo– si bien no son las mismas problemáticas en todo el territorio nacional, cada región sufre un problema particular relacionado con la violencia y la inseguridad”.
Explicó que hay regiones en las que se debe atender urgentemente el tema de la atención a las víctimas; en otras a los desplazados, en algunas más a los jóvenes, y en otras a los grupos vulnerables, “pero al final todas las diócesis deben asumir este reto de trabajar por la paz”.
Por ejemplo –dijo– en la Arquidiócesis de Monterrey se está haciendo un trabajo muy interesante con jóvenes pandilleros, lo cual no ha sido fácil, pues se han tenido que capacitar para saber cuál es el lenguaje que deben usar, cómo acercarse a ellos, etcétera.
Jimena Esquivel se dijo optimista y esperanzada porque ha percibido un verdadero interés en generar procesos de paz en las diócesis: “he visto, aunque no con la rapidez que uno quisiera, cómo toda la Iglesia ha ido haciendo conciencia de que el tema de construcción de paz no es algo que le toca sólo a algunas diócesis, sino a toda la Iglesia mexicana. Veo cómo los obispos se van comprometiendo cada vez más en capacitarse y capacitar a su presbiterio y agentes de pastoral para atender las problemáticas específicas de su región”.
La secretaria ejecutiva de la Dimensión de Justicia Paz y Reconciliación – Fe y Política reveló que a los obispos les interesa de manera particular saber cómo pueden ejercer su papel de mediadores entre grupos que por lo general no se sientan a dialogar, pues como pastores siguen siendo importantes actores de confiabilidad.
“Si bien no son los especialistas y no van a resolver la situación, quieren ofrecer lo que tienen y ser mediadores entre estos grupos antagónicos para llevar esperanza a un país que está muy dividido; están convencidos de la importancia de sumar y multiplicar en lugar de restar o dividir en este momento tan complicado”.
Otro tema que les interesa a los obispos –explicó– es el de la reconciliación, como algo fundamental para reconstruir el tejido social, pues saben que no es suficiente simplemente atender a las víctimas, sino que hay que hacer todo un trabajo de acompañamiento y llevarles esperanza.
“Algunos obispos no tenían idea, por ejemplo, de los llamados ‘Centros de escucha’ en los que se acompaña a las víctimas desde lo pastoral y espiritual, pero también en lo psico-social y lo jurídico. Por ejemplo, es muy interesante el acompañamiento que hace la Iglesia en la Sierra Tarahumara con grupos de indígenas, lo cual ha requerido una capacitación muy específica de los responsables”.
Este II Encuentro-Taller de Obispos “La Iglesia y el Obispo en la Construcción de la Paz” es el primero de los dos que se tienen programados este año.
Jimena Esquivel explicó que en octubre del año pasado se realizó un taller para todos los obispos del país, y como resultado se propusieron para este 2017 tres talleres regionales: uno para la zona centro, otro para la zona norte y otro para la zona sur, pero por cuestiones logísticas y de agendas sólo fue posible organizar dos talles.
“El primero de ellos fue este de Antequera Oaxaca, dirigido a los obispos de la zona sur del país, pero al que también acudieron algunos obispos de la zona norte. El otro encuentro taller va dirigido a los obispos de la zona centro, y se va a realizar del 17 al 21 de julio próximo”, explicó.
Informó que a este primer encuentro asistieron 14 obispos y varios sacerdotes, principalmente Vicarios de Pastoral, y que tanto el encuentro del 2016 y pasado, y los dos de este año, han contado con el apoyo del Cebitepal, la escuela social del CELAM, cuyo director, monseñor Francisco Niño Súa estuvo presente en esta ocasión.
En cuanto a los ponentes, dijo que participaron alrededor de 12, algunos de talla internacional como el guatemalteco Hugo Beteta, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, y Richard Jones de Catholic Relief Services.
Finalmente, dijo que monseñor Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, como responsable de Dimensión de Justicia Paz y Reconciliación – Fe y Política ha dado un impulso fundamental a este trabajo y animado a los demás obispos a que se sumen y haya colegialidad en la Iglesia para impulsar este tipo de procesos en favor de la paz.