El cardenal Juan José Omella invita a parroquias, congregaciones, colegios religiosos e instituciones cristianas a “ser creativos y tomar la iniciativa” para acoger a niños que están solos en casa. En su carta dominical, publicada ayer 9 de julio, y titulada ‘Cuidar de nuestros hijos’, el arzobispo de Barcelona pide a políticos y empresarios que faciliten la conciliación laboral y familiar para evitar que los menores permanezcan solos mientras los padres trabajan.
“Cuidar la familia es asegurar el futuro de un pueblo”, indica Omella en la misiva recogida por El Periódico de Cataluña. Al tiempo que recuerda que la calidad de una sociedad “se mide en función del trato que reciben niños y ancianos”. Haciéndose eco del estudio de la ONG Educo, el purpurado advierte de que 600.000 niños de entre 6 y 13 años se quedarán solos en casa este verano mientras sus progenitores atienden sus obligaciones laborales.
“Es necesario que todas las instancias civiles, políticas y religiosas colaboremos con los padres, las madres y los familiares para ayudarles a evitar la soledad de los pequeños cuando salen de la escuela o durante los meses de verano”, señala Omella. Así, “es necesario que la Iglesia ayude allí donde no puede llegar la administración pública” y pone de ejemplo la de San Felipe Neri y la de San Juan Bosco.
Pax Christi denuncia una emergencia humanitaria en Mosul
Después de nueve meses de batalla contra el autodenominado Estado Islámico, Mosul ha sido liberada. Así lo anunció ayer, 9 de julio, el primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, tras la toma de la mezquita de Al Nuri por parte de los soldados iraquíes, lugar elegido hace tres años por los yihadistas para anunciar al mundo el nacimiento del califato.
No obstante, según la ONU todavía hay grupos yihadistas en la zona y más de 20.000 civiles atrapados. Ante esta situación, Renato Sacco, coordinador de Pax Christi, ha publicado una carta denunciando la emergencia humanitaria que vive Mosul.
“Los yihadistas no están en Irak solo por malicia, sino porque alguien les dio las armas y dinero. ¿Tenemos las manos limpias?”, se pregunta en una entrevista en Radio Vaticano. Y añade: “La lógica de la guerra, la violencia, es probable que tenga cada vez más éxito y, por desgracia, sea un poco más aceptada”. Por su parte, la carta hecha pública concluye: “Si no cambiamos el camino, habrá otra Mosul, otro Estado Islámico, otros silencios y nuevas masacres de civiles en la lógica de una guerra loca”.
Sant’Egidio, contra el desperdicio de alimentos
Sant’Egidio y la Asociación de Trabajadores Cristianos de Italia (ACLI) luchan en Roma contra el desperdicio de alimentos. Bajo la iniciativa ‘El pan para servir 2.0’, un mapa con decenas de marcas rojas indica las panaderías cercanas a organizaciones que necesitan ayuda. Estos hornos ofrecen el pan que no venden y en pocas horas está disponible en comedores sociales. Un sistema premiado en el Festival de la Doctrina Social de Venecia y que permite recuperar 200 millones de euros anuales.
“Ahora los productos de panadería pueden ser donados dentro de las veinticuatro horas siguientes a la salida del horno”, explica Lidia Borzì, miembro de ACLI, a La Stampa. Por su parte, Roberto Zuccolini apuesta porque se conozcan estas iniciativas, porque “la gente quiere ayudar, pero a menudo no saben qué hacer con los excedentes y dónde ir”.
Además de Roma, la distribución de paquetes de alimentos se hace en muchas otras ciudades italianas (especialmente en Génova y Messina). En total, alrededor de 200 toneladas de alimentos se recogieron en 2016. De ellos, el 10% es el resultado de la recuperación de frutas y verduras por medio de acuerdos con algunos mercados. Otra parte proviene de los supermercados y tiendas, a partir de las donaciones de algunos comerciantes.