Jesús Muñoz de Priego: “El triunfo de la libertad de enseñanza no se produce en los juzgados, sino en la calle”

  • El abogado promotor de la plataforma ‘enLibertad’ reivindica que “el sistema de conciertos sigue siendo mejor que las alternativas que se plantean” pero “necesita reforma”
  • Alerta de que “si no reaccionamos es probable que en un futuro” se instaure el modelo de la escuela única

Jesús Muñoz del Priego, abogado promotor de la plataforma enLibertad defensa escuela concertada

Los colegios claretianos de nuestro país están celebrando diez años de caminos juntos, fruto del nacimiento de la Provincia de Santiago. Para ello, a comienzos del mes de julio organizaron en el auditorio de la Fundación Pablo VI de Madrid el II Encuentro de Colegios de la Provincia Claretiana de Santiago, en el que asistieron más de 500 profesionales. Tiempo de formación y de reflexión con ponentes como Monserrat Moreno del Pozo o Pedro Belderrain.

Pero también, tiempo de sensibilización, de la mano de Jesús Muñoz del Priego, abogado y coordinador de la asesoría jurídica de la Congregación Salesiana en su Inspectoría María Auxiliadora, y también abogado y asesor jurídico de otras congregaciones religiosas, fundaciones y entidades sociales, así como de centros educativos concertados. Priego es además promotor de ‘enLibertad’, que defiende, de la mano de Escuelas Católicas, la libertad de enseñanza y de elección de centro.

PREGUNTA.- ¿Qué significa educar desde un carisma como el claretiano o salesiano en la España de 2017?

RESPUESTA.- En realidad entiendo que el fondo no varía, que ha sido siempre el mismo, aunque la respuesta se vaya convenientemente adaptando al escenario y las necesidades del momento. Se trata de un ofrecimiento de un proyecto, una propuesta de hombre, de ofertar una determinada educación integral, para que aquellos que la compartan o la quieran conocer puedan escogerla libremente para la educación de sus hijos. Se trata, una vez más, del “educar evangelizando y evangelizar educando”.

“La libertad de enseñanza se está cuestionando gravemente”

P.- Arrancó su ponencia en el congreso de educadores claretianos señalando que la libertad de enseñanza hoy, es una libertad amenazada. ¿Tanto como para estar en peligro de extinción?

R.- Prefiero motivar la defensa de la libertad de enseñanza desde lo positivo y sus bondades, más que desde el alarmismo y la visión apocalíptica. Pero lo cierto es que hoy se está cuestionando gravemente, y ya hay quien defiende abiertamente (incluso varios grupos políticos en sus programas electorales) una escuela pública única, como modelo excluyente, y eso es totalmente incompatible con la libertad de enseñanza. Luego si no reaccionamos es probable que en un futuro, no demasiado lejano, ya no quede margen de retroceso para que los ciudadanos se den cuenta de lo que supone perder la libertad de enseñanza en cuanto a menoscabo en libertad, en pluralismo, en pérdida de capacidad crítica y en perjuicio para la democracia.

Cuatro amenazas

P.- Desde este símil de las amenazas naturales a la libertad de enseñanza, ¿cuáles son sus principales depredadores?

R.- Entendemos que hay cuatro aspectos fundamentales de amenaza:

  1. Una normativa ya de por sí restrictiva, porque no optó realmente por la libertad de enseñanza. Esta normativa viene marcada por el clásico tándem LODE-Reglamento de conciertos, que no solo permanecen vigentes como normas, sino también sus opciones, y que fijó el instrumento que debería permitir el ejercicio real de la libertad de enseñanza y el desarrollo de su elemento fundamental, que es el ideario, pero que se hizo desde un grupo político que no creía en esta libertad, y que así lo explicitó en el proceso constituyente, y que por tanto lo convirtió en una herramienta que lejos de potenciar la autonomía y el desarrollo del ideario que ofrece el centro, le pone evidentes frenos. Esta normativa es manifiestamente mejorable y requiere sobre todo para corregirla, que el enfoque sea realmente promover la libertad de enseñanza, creer en ella, y no desconfiar de ella y ponerle límites y obstáculos.
  2. En segundo lugar, no solo es que la normativa de partida sea reduccionista a la libertad, sino que su aplicación práctica aún es más restrictiva. Y ello desde un punto de vista cuantitativo, principalmente con disminuciones de conciertos educativos en centros incluso con demanda social, pero también desde un punto de vista cualitativo, más sibilino, con el intervencionismo de la Administración y la publificación del centro concertado, convirtiéndolo en un centro público más, impidiendo el pleno desarrollo del ideario, su razón de ser.
  3. La tercera amenaza es un debate social sesgado, basado no en argumentos, sino en prejuicios, en clichés, en mantras ideológicos (la concertada cobra, es elitista, discrimina,…) que no siempre son convenientemente rebatidos. Hay que elevar el nivel de los argumentos.
  4. Y finalmente, la apuesta que decíamos de algunos grupos políticos por una escuela pública única, como modelo excluyente, que es incompatible de todo punto con la libertad de enseñanza.

P.- Este II Congreso se afronta en un momento nada sencillo para la escuela concertada, en el que no son pocos los gobiernos regionales que están asfixiando a las congregaciones a golpe de retirada de conciertos. ¿Está indefensa la escuela católica?

R.- No. De hecho está obteniendo sentencias favorables en tribunales superiores de justicia y en el Tribunal Supremo. Pero la jurisprudencia solo nos permite ganar tiempo. El verdadero triunfo de la libertad de enseñanza no se produce en los juzgados, sino en la calle. Hemos de convencer a los ciudadanos de que la Administración pública, sea cual sea, no debe sustraerles su posibilidad de elegir. Los padres son los primeros y últimos responsables de la educación de sus hijos y deben ser ellos, y no la Administración, quien elija el modelo educativo en que sus hijos deben ser educados. Para abundar en esto, hemos presentado la iniciativa “enLibertad”, que pretende tres objetivos: funcionar como un observatorio, analizando la política educativa y la situación real de la libertad de enseñanza en la misma; fomentar un debate social permanente, sosegado y con fundamento; y generar doctrina, con informes, estudios y publicaciones.

“El sistema de conciertos necesita reformas importantes”

P.- Siguiendo en esta misma línea, ¿el modelo concertado actual está caduco? ¿Hay que reforzarlo o cambiarlo?

R.- Lo más importante es garantizar, es blindar, la libertad de enseñanza, el sistema de financiación que se utilice para ello está en un segundo nivel de importancia. No obstante, en mi opinión el sistema de conciertos sigue siendo mejor que las alternativas que se plantean, y que no se basan de momento en estudios serios de aplicación en un sistema educativo como el vigente, ya en funcionamiento. Cuando se han hecho alternativas (como con los Ciclos Formativos de Grado Superior en Madrid) se han acabado cuestionando principios como el de gratuidad, igualdad y estabilidad del sistema, que deben ser intocables. En cualquier caso, eso no obsta para que el sistema de conciertos necesite reformas importantes para ser realmente un instrumento para el desarrollo de la libertad de enseñanza, permitiendo más autonomía, poniendo en el centro el impulso del ideario, o cubriendo realmente el coste del puesto escolar, entre otras carencias, por ejemplo.

P.- ¿Cree que se están movilizando las escuelas católicas para defender sus derechos o falta un mayor activismo de profesores y padres?

R.- Nos falta mucho en ese terreno. Normalmente las movilizaciones coinciden con momentos de pérdidas de unidades concertadas y a veces esa reacción llega demasiado tarde. Hay que concienciar a la ciudadanía y generar corriente social para que ningún gobernante o político se atreva a reducir un concierto si tiene demanda social, si es pedido por los ciudadanos, por los padres.

P.- ¿Cómo valora la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las exenciones fiscales del colegio de los escolapios de Getafe?

R.- Lo cierto es que aún no he tenido oportunidad de estudiarla en profundidad, y no me gusta hacer apreciaciones basándome en los comentarios, a veces sesgados, que salen publicados, pero en cualquier caso no hay prisa, porquehay que esperar, como siempre en estos supuestos, al reflejo que la misma tenga en la justicia española a la que remite, para hacer una valoración de efectos reales.

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