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La Civiltà Cattolica alerta del auge del integrismo cristiano

  • Antonio Spadaro y Marcelo Figueroa analizan en la revista “el ecumenismo del odio” que crece en Estados Unidos
  • El director de Vida Nueva repasa los otros titulares del día:
    • La pastoral de las grandes ciudades desembarca en Brasil
    • Los evangélicos reflexionan en Madrid sobre la Reforma





Nunca está de más bucear por la revista de referencia de los jesuitas en todo el planeta.  No solo porque de alguna manera La Civiltà Cattolica tenga el visto bueno de la Santa Sede, sino porque siempre apunta de forma profética con intuiciones, sugerencias o advertencias.

Basta echar un vistazo al número de julio y agosto para toparse con un artículo firmado a cuatro manos por el director de la publicación, Antonio Spadaro, y el responsable de la edición argentina de L’Osservatore Romano, el protestante Marcelo Figueroa.  Este hecho ya es de por sí relevante, en tanto que, si a uno no le falla la memoria ni el buceo en los archivos, se trataría de la primera vez que un protestante firma en La Civiltà.

Bajo el título de “Ecumenismo del odio”, ambos pensadores lanzan una tesis tan preocupante como cercana a la realidad norteamericana:  “Se está desarrollando una extraña forma de sorprendente ecumenismo entre evangélicos fundamentalistas y católicos integristas, unidos por la misma voluntad de una influencia religiosa directa sobre la dimensión política”.

En el documento, ambos reflexionan sobre el riesgo creciente de ideologizar el hecho religioso, una deriva que constatan “temas como aborto, matrimonio entre personas del mismo sexo, educación religiosa en las escuelas y otras cuestiones consideradas genéricamente morales o ligadas a los valores”.

Resulta especialmente llamativo que un católico y un protestante denuncien a cuatro manos la existencia de grupos cristianos “tanto evangélicos como católicos integristas” que llegan a condenar “el ecumenismo tradicional”, promoviendo, en cambio “un ecumenismo de conflicto que los une en el sueño nostálgico de un Estado con rasgos teocráticos”. El que podríamos denominar también como fundamentalismo cristiano, se caracterizaría según Spadaro y Figueroa por “una visión xenófoba e islamófoba, que invoca muros y deportaciones purificantes”.

Y aunque ambos miran a Estados Unidos a la hora de sacar estas conclusiones, algunos de los rasgos que exponen suenan a familiares, a no tan lejanos… Más que recomendable su lectura. No solo por aquello de las barbas del vecino. Que también.

La pastoral de las grandes ciudades mira a Brasil

Un sano empeño del cardenal émerito de Barcelona, Lluis Martínez Sistach. Durante décadas trabajo mano a mano con su colega bonaerense en cómo abordar la misión evangelizadora de la Iglesia en las metrópolis del siglo XXI, teniendo en cuenta que el 54% por ciento de la población mundial vive ya hoy en zonas urbanas. De hecho se calcula que en 2050 continuará el éxodo rural y las urbes concentrarán el 66% de los ciudadanos del planeta.

De ahí nace la pastoral de las grandes ciudades, que tuvo su puesta de largo con un congreso celebrado hace un año en Barcelona y que ahora en su segunda edición se traslada a Río de Janeiro tomando como hilo conductor Laudato si’.

A través de la Fundación Antoni Gaudí para las Grandes Ciudades, el foro reúne desde hoy y hasta el sábado a expertos en materia de medio ambiente, teólogos, alcaldes… “El agua potable, la calidad del aire y la eliminación de los residuos: estos son los temas principales”, explica Martínez Sistach en L’Osservatore Romano,  donde plantea cómo objetivos de esta cumbre buscar aplicaciones concretas de la encíclica de ecología integral, así como “conciencia sobre la necesidad de tomar medidas urgente para poner soluciones al cambio climático”.

Madrid, capital evangélica

Madrid acoge esta semana el VIII Congreso Evangélico, que este año se suma a las conmemoraciones del 500º aniversario de la Reforma protestante emprendida por Lutero. Más de mil personas pasarán por el Palacio de los Deportes –ahora llamado WiZink Center-, en representación de las más de 4.000 comunidades que existen en nuestro país.

Hoy han contado con el respaldo de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que les ha mostrado “mi mayor ímpetu de cariño y acogida”. “En esta ciudad hubo un tiempo en el que no había libertad de creencias ni religiosa, ahora podemos decir que somos la esencia de la libertad y la tolerancia”, recordó la alcaldesa, que apuntó cómo “en esa medida, la falta de libertad ha hecho que la sociedad madrileña, como en la sociedad española, haya un gran desconocimiento de todo el proceso de la Reforma”.

Con esta perspectiva, les animó a seguir hacia adelante: “Estáis empeñados en mejorar el mundo por vuestra vocación. Que este sea un mundo sea mejor, más justo, más solidario, más humano, es una vocación trascendente”.

Le correspondió al saludo el secretario general de la Federación Evangélica (Ferede), Mariano Blázquez: “Nosotros queremos ahora aportar, queremos construir una sociedad mejor y más justa para todos”.

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