El sábado 15 de julio concluía en Río de Janeiro el II Congreso de Pastoral de las Grandes Ciudades, organizado por la Fundación Antonio Gaudí, que preside el cardenal Lluís Martínez Sistach y que ha contado con la colaboración esta vez del arzobispo de Río, cardenal Orani João Tempesta, para debatir sobre la encíclica del papa Francisco sobre el cuidado del medioamente, Laudato si’.
Tras la primera edición celebrada en Barcelona en 2014, el Congreso se ha trasladado a Latinoamérica en esta ocasión “porque el Papa viene de allí, de un país lejano, pero gracias a la actuación y liderazgo espiritual del Pontífice se ha convertido en el centro del mundo”, considera el cardenal, pero además porque “en Latinoamérica, concretamente en Brasil, más del 52% de la población vive en grandes ciudades”.
El encuentro de la semana pasada se centró en tres temas fundamentales: agua potable, contaminación ambiental y calidad del aire, y los residuos, y el balance es positivo, según ha explicado Sistach a Radio Vaticano: “Hemos tratado en estos tres días estos tres grandes temas de esta gran problemática, y lo hemos hecho con una doble finalidad: una práctica, es decir, para que se conozca más la encíclica del Papa Laudato si’ y se la ponga en práctica, porque la problemática necesita de una solución urgente, y una finalidad ética: tomar conciencia –la humanidad, los estados, las empresas– de la responsabilidad que tenemos de dejar nuestro planeta bien conservado para las generaciones venideras”.
Las tres ‘R’ de Francisco
Igualmente, el arzobispo emérito de Barcelona ha valorado muy positivamente el mensaje enviado por Francisco a los participantes de la cita, porque “encajaba perfectamente a los temas tratados en el Congreso”.
En él, el Papa hablaba del respeto como la actitud fundamental que el hombre debe tener con respecto a la creación. Y recordaba que su encíclica hace referencia “a varias necesidades físicas que tiene el hombre de hoy en las grandes ciudades y que necesitan ser afrontadas con respeto, responsabilidad y relación. Son tres ‘R’ que ayudan a interactuar de forma conjunta ante los imperativos más esenciales de nuestra convivencia”.
Religiones unidas
Otro de lo momentos más destacados del Congreso fue, para Sistach, un panel que abordó las aportaciones que hacen las diferentes religiones al respeto a la creación: “El panel tenía representantes de distintas religiones: catolicismo, islamismo y judaísmo –describe el cardenal–. Cada uno de los miembros aportó su visión fundamentada tanto en la Biblia o en el Corán, como también en su devenir y en su actuación en el presente y en el futuro”.
“Se vio –sigue el prelado catalán– como absolutamente necesario lo que el Papa dice y que es el eje que vertebra la Laudato si’: la necesidad del diálogo, el diálogo interdisciplinar, ecuménico e interreligioso. Pienso que este panel era muy importante porque los científicos y los técnicos nos presentan la gran problemática que hay e indican soluciones; pero para ponerlas en práctica, las religiones llegan a la conciencia y al espíritu de las personas, llegan a la voluntad, alientan motivaciones religiosas –algo que es tan natural, en el buen sentido de la palabra–, como la creación de Dios o el servicio de los seres humanos”.