El presidente francés Emmanuel Macron viajará hasta la localidad de Saint-Etienne du Rouvray para rendir homenaje al padre Hamel, el sacerdote asesinado hace ahora un año por el Estado Islámico mientras celebraba la eucaristía. Así lo recoge en exclusiva la revista La Vie, en su edición digital, que confirma que el viaje tendrá lugar el 26 de julio.
De la misma manera, se confía en que el mandatario galo descubra una placa conmemorativa para recordar al sacerdote frente a la parroquia de Hamel, en la que se podrá leer la Declaración de los Derechos del Hombre junto a un perfil tallado del católico fallecido.
Aunque en varias ocasiones durante la campaña electoral, Macron tuvo prevista esta visita, al final no se pudo materializar. De hecho, el pasado 21 de abril hubo un intento frustrado, pero el ataque terrorista en los Campos Elíseos del día anterior obligó a cancelar su viaje.
Los catalanes respaldan la Religión en las aulas
Algunos partidos políticos repiten una y otra vez como un mantra la necesidad de borrar la religión de las aulas, aferrándose a un laicismo que poco tiene que ver con el que aplican el resto de países de Europa, donde el hecho religioso está presente de una u otra manera en los sistemas educativos con diferentes fórmulas.
Pero, sobre todo, olvidan que el ejercicio de la libertad de enseñanza es un derecho de los padres. Y, a juzgar por todas las encuestas que se ponen sobre la mesa, no parecen ir en la misma línea de estas formaciones. Así lo recoge, por ejemplo, el reciente Barómetro sobre la religiosidad que elabora cada año la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Cataluña.
Según el estudio, se ha disparado el número de catalanes a favor de la enseñanza confesional de la religión. En solo dos años, de 2014 a 2016, el número de ciudadanos que están a favor de que los padres puedan solicitar en la escuela que sus hijos reciban clases de su propia religión, se ha pasado del 43,8% en 2014 al 55,6%, lo que supone un incremento de más de 10 puntos porcentuales.
Cañizares: “La Iglesia no propugna una sociedad confesional”
El concepto del laicismo también ha preocupado siempre al cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares. Él mismo lo está experimentando en una región donde las medidas que el Gobierno regional está adoptando en materia educativa, no solo para reducir las horas de enseñanza de Religión, sino también en las decisiones adoptadas para reducir las líneas de escuela concertada, especialmente en Bachillerato.
Por eso, no es de extrañar que durante la clausura de los cursos de verano de la Universidad Católica de Valencia, el cardenal Cañizares, haya denunciado que un Estado que promueve el laicismo “se vuelve contra el ser humano”. Como consecuencia, este laicismo genera que no pueda haber “una sociedad libre, solidaria y que progrese sin Dios”.
En esta misma línea, subrayó que este laicismo mal entendido valora como “intromisión abusiva” que instituciones como la Iglesia planteen “principios morales fundamentales, válidos por sí mismos, universales y que tienen su fundamento más firme en Dios creador”.
Frenta a esto recordó que “La Iglesia no propugna una sociedad confesional. La fe se propone, no se impone; pero los cristianos tenemos el deber de afirmar a Dios porque así afirmamos y servimos al hombre”.