Custodio Ballester se queda sin parroquia. El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, le ha concedido un año sabático al sacerdote acusado de apología del franquismo, por desfilar con banderas franquistas y paramilitares, y de propagar la homofobia, por una homilía reciente en la que recordaba que “sigue siendo pecado ser homosexual por mucho que lo promuevan los poderes públicos”.
El párroco de la Inmaculada Concepción (l’Hospitalet) deja la parroquia después de 16 años al frente. En declaraciones a El País, en una noticia titulada “Omella castiga al cura ultra de l’Hospitalet y le deja sin parroquia”, indica que su obligación “es aceptar la orden del arzobispo”.
Al mismo tiempo, manifestó su agradecimiento al cardenal: “Es muy generoso, quería enviarme a estudiar a Jerusalén pero he declinado el ofrecimiento. Mi madre no está bien de salud y debo cuidarla”. Al cuidado de su madre y a acabar su tesis doctoral dedicará este año alejado de la vida parroquial.
‘Ecumenismo del odio’, el artículo firmado a cuatro manos por Antonio Spadaro, director de La Civiltà Cattolica, y Marcelo Figueroa, director de la edición argentina de L’Osservatore Romano, sigue dando que hablar. El sacerdote y el presbítero evangélico criticaban “una extraña forma de ecumenismo entre evangélicos fundamentalistas y católicos integristas” para incidir en la política estadounidense.
El nuevo crítico es el arzobispo de Filadelfia, Charles J. Chaput, quien en una carta alaba a quienes han criticado “con razón” el artículo, al que la secretaría de Estado vaticana dio el plácet. “La historia está llena de comentarios desafortunados, como los encontrados en la revista”, sostiene.
El prelado considera el texto “un ejercicio de burla e inadecuada presentación de la naturaleza de la cooperación católico-evangélica sobre la libertad religiosa y otras cuestiones clave”, porque “la división entre las comunidades católicas y de otras religiones a menudo han sido profundas y solo el peligro real y presente podría unirlos”. Así, “desestimar los ataques de hoy a la libertad religiosa como una ‘narrativa del miedo’ suena deliberadamente ignorante”. Y le recuerda a Spadaro que quienes luchan contra las leyes LGTBI o el aborto son “héroes”.
Francisco está al tanto de la labor que Mónica Astorga, carmelita descalza, realiza con prostitutas transexuales en Argentina. Y ha aprovechado estos días de “vacaciones” para alentarla: “A vos y al convento los tengo cercanos a mi corazón, como también a las personas con las que trabajan. Se lo podés decir”, según recoge La Mañana Neuquén.
A través de un correo electrónico, Francisco volvía a mostrar su cercanía a la religiosa de la provincia de Neuquén. Ella lleva 11 años ayudando a personas transexuales a abandonar la prostitución y las adicciones. Así, ahora están construyendo 15 viviendas para estas personas en la ciudad. Del mismo modo, las religiosas están a la espera de abrir un hogar de ancianos en el que trabajarán las mujeres a las que ayudan.
No es la primera vez que la hermana recibe el reconocimiento del Papa. Anteriormente le escribió para pedirle que continuara con su tarea: “En la época de Jesús, los leprosos eran rechazados. Ellas son los leprosos de la actualidad. No dejes el trabajo de frontera que te tocó”.