Entrevistas

La CLAR fortalece sus redes contra el flagelo de la trata de personas

  • El domingo 30 de julio se celebra el Día Mundial contra la Trata de Personas
  • Vida Nueva dialoga con miembros de la Comisión contra la Trata de los religiosos de Latinoamerica y el Caribe





El delito de la trata de personas afecta a prácticamente todos los países, bien sea como origen, tránsito o destino de las víctimas del comercio ilegal con propósitos de esclavitud sexual, laboral, mental, reproductiva, que incluye trabajos forzados, extracción de órganos, o cualquier expresión moderna de esclavitud que hiere la dignidad del ser humano.

La Organización Internacional del Trabajo ha calculado que casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas de trabajo forzoso –incluyendo la explotación laboral y sexual–, de las cuales, según el Informe Global de Tráfico de Personas 2016 de las Naciones Unidas, 79% son mujeres y menores de edad de 137 nacionalidades diferentes.

En la lucha contra la trata de personas, desde 2009 la vida consagrada cuenta con la la red internacional Talitha Kum, con presencia en 70 países, que favorece la colaboración y el intercambio de información entre religiosos y religiosas de los cinco continentes que promueven iniciativas para prevenir, sensibilizar, proteger, asistir y denunciar la trata.

En América Latina y el Caribe, la CLAR ha venido “priorizando la atención al fenómeno de la trata de personas, articulando redes a favor de la liberación integral de un sistema injusto” (Horizonte Inspirador 2015-2018), para lo cual ha sido constituida una Comisión contra la trata, con la participación de las redes Um grito pela vida –de Brasil–, Kawsay –de los países de América del Sur–, Ramá –de Centroamérica y el Caribe–, Tamar –de Colombia–, y Rahamin –recientemente constituida en México.

De este modo, “la CLAR, atenta a la escucha de los clamores-gritos humanos y sociales presentes en el mundo y del cual no es ajeno el territorio latinoamericano, desea responder ‘saliendo a prisa’ al encuentro de la vida lastimada, herida, vulnerada, rota, para caminar a su lado y ayudarle a ponerse de pie, restaurarla con cuidado y ayudarle a recobrar su dignidad”, manifiesta el secretariado de la CLAR, con sede en Bogotá.

Cuatro religiosas a pie de calle

Con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas (domingo 30 de julio), Vida Nueva ha conversado con cuatro religiosas que integran la Comisión contra la trata-CLAR (*) y que hacen parte del equipo coordinador del seminario continental contra la trata de personas que tendrá lugar en Bogotá, del 18 al 20 de agosto.

PREGUNTA.- Ante las dimensiones del flagelo de la trata de personas en América Latina, ¿cuál es la mirada de la vida consagrada?

Hna. Sandra Hernández (Red Tamar).- La mirada se convierte en un “grito profético contra la trata de personas”, como lo proponemos desde la comisión de la CLAR que nos impulsa a trabajar de manera incansable en la prevención de cada una de las modalidades, porque afectan la dignidad humana y de manera directa los derechos de los hombres y las mujeres víctimas y sobrevivientes.

Hna. Carmela Gibaja (Red Ramá).- Como vida consagrada de América Latina, vemos este flagelo como un desafío y una llamada a despertar, a ver con los ojos de Jesús esta realidad, así como a escuchar los clamores ocultos y silenciosos de tantas víctimas. Una mirada que nos impulse a salir a estas periferias existenciales para ser testigos de la compasión y misericordia del Padre.

Hna. Matilde Isabel Chávez (Red Kawsay – Región andina).- La vida consagrada frente a la trata de personas en América Latina está sensibilizándose y comprometiéndose mucho más. Esto desde una opción hecha por cada una de las congregaciones y expresada en sus declaraciones, que da impulso a que las hermanas y hermanos asuman los desafíos que implica. La vida consagrada reconoce los gemidos de hermanas y hermanos que claman por justicia y un trato humanizador. Descubrimos que nuestro llamado al seguimiento de Jesús, cobra nueva vida desde el ir a las márgenes para acoger, acompañar y reconocer al Dios de la vida en cada persona afectada por la trata.

Hna María Silvia Olivera (Red Kawsay – Cono sur).- En Argentina, estamos trabajando en la Red Kawsay desde el año 2010. Esta Red está avalada por la Conferencia Argentina de Religiosas y Religiosos y está presente en algunas provincias del país. Entendemos que es fundamental que la vida consagrada se preocupe por este tema que tanto dolor trae a la sociedad. Por eso animamos a que religiosas y religiosos se interesen en el asunto mediante capacitaciones y encuentros. También es muy importante el trabajo conjunto con laicas y laicos para llevar adelante este trabajo.

Acciones globales para un problema global

P-. ¿Qué propuestas se están desarrollando para lograr una sociedad sin trata?

Hna. Matilde Isabel.- Sabemos que la trata es un problema global, por tal motivo requiere respuestas globales como las que se vienen desarrollando: capacitación para una mayor y mejor comprensión del fenómeno de la trata, que permita abordarlo de una forma adecuada; trabajo de las congregaciones religiosas en los ejes de prevención, protección e incidencia; la incorporación de hermanas y hermanos en redes intercongregacionales; creación de redes al interior de las congregaciones; y campañas nacionales apoyadas a nivel de las redes de la región latinoamericana.

Hna. Sandra.- Se están desarrollando procesos de formación en zonas de frontera, en instituciones educativas de alto riesgo, con parroquias y juntas de acción comunal. De otro lado, se trabaja también en el tema de la no violencia de género. La violencia pone en condición de vulnerabilidad a todo ser humano. También tenemos procesos de visibilización, a través de las radios comunitarias y campañas por medio de las redes sociales para el conocimiento y reconocimiento del delito.

Hna. Carmela.- Desarrollamos actividades de sensibilización y prevención, ya que la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños son países de origen, tránsito y destino de trata. Este trabajo se realiza a través de plataformas, tales como: escuelas, parroquias, universidades y otros. Por otra parte, existe en varios países redes de la vida consagrada contra la trata, que pretenden contribuir para enfrentar este delito. Hay congregaciones religiosas que tienen como carisma específico el trabajo directo con víctimas, sobre todo de explotación sexual-laboral. La vida consagrada se vincula con instituciones eclesiales, civiles y gubernamentales en el combate a la trata, con el fin de tener incidencia en políticas públicas que combatan y persigan este delito.

Hna María Silvia.- En el caso de red Kawsay tenemos la misión de trabajar en la sensibilización, información y concientización sobre el tema. No trabajamos en el rescate de las víctimas, no tenemos la infraestructura necesaria para ello, aunque sí podemos acompañar algunas denuncias. Trabajamos en red con otras instituciones y juntas luchamos para lograr que existan políticas públicas tendientes a combatir la trata de personas. Estamos convencidas de que es el Estado quien se tiene que ocupar de algunas cuestiones referidas a temas como el rescate y la protección de las víctimas.

La trata como prioridad

P.- El trabajo en red para combatir la trata ha sido una de las características más sobresalientes de la vida consagrada, ¿qué se ha logrado?

Hna María Silvia.- Venimos logrando, lentamente, que la vida consagrada se interese en el tema, que algunas congregaciones lo pongan entre sus prioridades y animen a sus hermanas a participar en las redes.

Hna. Sandra.- Un trabajo conjunto que nos permite compartir experiencias significativas y reconocernos como parte importante de la red mundial Talitha Kum. También nos permite reconocer los factores contextuales y sociopolíticos que favorecen el delito y buscar conjuntamente estrategias efectivas que incidan en cambios significativos en cada país.

Hna. Carmela.- Mayor conocimiento y sensibilización acerca de este flagelo, acciones de coordinación en momentos específicos, espacios de formación conjunta, vinculación entre las redes, encuentros regionales e internacionales.

Hna. Matilde Isabel.- Sensibilizarnos y sensibilizar nuestro entorno para reconocer que tenemos un desafío ante este flagelo, conformación de redes intercongregacionales que luchan contra la trata, tomar posturas desde nuestras distintas Conferencias Nacionales [de religiosos] para dar respuesta a este clamor.

P.- ¿Qué hace falta?

Hna. Carmela.- Nos falta mayor participación y compromiso de más congregaciones, ya que a través de esta problemática se muestran los nuevos rostros sufrientes de Cristo. También hace falta dar respuestas conjuntas, a través de proyectos intercongregacionales, para mayor efectividad e incidencia en el trabajo, así como recursos humanos y materiales, y mayor comunicación e interrelación entre las redes e incluso entre países de la misma red.

Hna María Silvia.- Necesitamos que más religiosas y religiosos se involucren, que apoyen a sus hermanas para que formen parte de las redes y trabajen en este tema que tanto dolor nos causa.

La CLAR contra la trata de personas

P.- A nivel de la CLAR, ¿qué iniciativas se están desarrollando para contrarrestar la trata?

Hna. Matilde Isabel.- Existe una articulación de las redes intercongregacionales de América Latina por parte de la CLAR; reflexiones bíblicas-teológicas frente a la trata desde nuestro llamado a la vida consagrada; y capacitación a religiosas y religiosos de la región por medio de talleres y el próximo seminario.

Hna María Silvia.- Animar a las conferencias nacionales de religiosos para que formen redes en sus países; capacitaciones y encuentros a nivel continental; y la creación de un equipo que trabaje el tema.

Hna. Carmela.- Se ha creado la comisión contra la trata, representada y articulada por religiosas y religiosos de diferentes redes y países de América Latina; tenemos vinculaciones con Talitha Kum, Cáritas, el CELAM y otras instituciones eclesiales; la participación en encuentros, seminarios y talleres, que organizan otras instituciones; la sensibilización de la vida consagrada mediante el envío de materiales y subsidios para celebraciones específicas; y la realización de seminarios formativos cada tres años.

Hna. Sandra.- El seminario hace parte de una de las mejores y mayores muestras de compromiso de la vida consagrada en el continente. La experiencia de encuentro permitirá tener una visión regional y fraterna como hermanas y hermanos comprometidos con la vida humana, desde esta tarea de prevención y atención a las víctimas.

(*) La comisión contra la trata-CLAR está integrada por el padre Guillermo Campuzano Vélez, CM (Estados Unidos), representante de la familia vicentina ante la ONU; la Hna. Carmela Gibaja, SAC (El Salvador), de la Red Ramá–Mesoamérica; la Hna. Matilde Isabel Chávez, RBP (Perú), de la Red Kawsay–Región Andina; la Hna. María Silvia Olivera, SSM (Argentina), de la Red Kawsay–Cono Sur; la Hna. Sandra Hernández, SDS (Colombia), de la Red Tamar; y la Hna. Eurides Alves de Oliveira, ICM (Brasil), de la Red Um grito pela vida.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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