América

Los jesuitas de Brasil denuncian que las reformas del Gobierno “carecen de legitimidad”

  • La Compañía de Jesús manifiesta su indignación frente al manejo de la crisis en un comunicado conjunto
  • “Mucha gente que había salido de la miseria y de la pobreza, está volviendo a la asistencia social”, claman más de 300 religiosos





Más de trescientos jesuitas brasileños levantaron su voz de indignación “frente a la manera como las clases dominantes conducen la crisis económica, social y política que azotan el país y afectan a la población brasileña, sobre todo a los más empobrecidos”.

El pronunciamiento, divulgado en el sitio web de la Provincia de los Jesuitas de Brasil, se produjo al concluir la 2ª Asamblea Nacional en el municipio de Indaiatuba, en el estado de São Paulo.

Corrupción y promiscuidad de intereses

Ante el recrudecimiento de la desigualdad económica que ha dejado 14 millones de desempleados y por lo menos 10 millones de subempleados, acrecentando, a su vez,la violencia en sus diversas facetas, como el tráfico de drogas y los crímenes ambientales, los jesuitas denuncian que “la corrupción y promiscuidad entre intereses públicos y privados en las esferas de los poderes instituidos escandalizan a la mayoría del pueblo brasileño y quitan legitimidad a los poderes ejecutivo y legislativo”. Además, “no siempre el judicial escapa de la parcialidad”.

Fruto de esta situación donde “la idolatría del dinero da primacía al mercado”, en detrimento de la persona humana y del trabajo –como ha dicho el papa Francisco– la Compañía de Jesús afirma que “mucha gente que había salido de la miseria y de la pobreza, está volviendo a la asistencia social”.

La perversa lógica del capital financiero

En nombre del desarrollo, “no es justo someter el Estado al mercado”, destacan los religiosos, argumentando que “cuando es el mercado el que gobierna, el Estado se torna débil y acaba sometido a una perversa lógica del capital financiero”.

Considerando que la gravedad del momento actual exige reformas “que se legitiman cuando obedecen a la lógica del diálogo con toda la sociedad, teniendo en cuenta el bien común”, los jesuitas afirman que las reformas laboral y de la previdencia del gobierno “carecen de legitimidad”, al tiempo quelas medidas que favorecen la deforestación y la mercantilización de tierras a favor del agronegocio –incluyendo territorios indígenas y quilombolas–son contrarias a la Constitución, que garantiza los derechos y la ciudadanía de todos.

En respuesta al “(des)gobierno”

Los jesuitas también denuncian “los ajustes de este (des)gobierno para atender al mercado, así como el dominio del agronegocio” como generadores de más violencia y muertes en el campo y en las ciudades, lo mismo que la tendencia a criminalizar y denunciar falsamente a quienes luchan en pro de las poblaciones excluidas. Ante esto, la Compañía reafirma su compromiso en el reconocimiento y la denuncia de las injusticias estructurales e históricas, “sobre todo la gran deuda social en relación a los más frágiles y vulnerables”.

“Nos comprometemos a mantener nuestra presencia junto a los más empobrecidos y excluidos, como también, con el análisis de las causas de la persistente situación de desigualdad y de explotación desordenada de la naturaleza, para contribuir a la superación de la desigualdad socio-ambiental, en solidaridad con la esperanza del pueblo”, concluye el comunicado.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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