“Gestos concretos” y no solo “exhortaciones piadosas” en la lucha con “las diferentes formas de corrupción, crimen organizado y mafia”. Así de claro lo recoge el documento con las conclusiones del encuentro del Grupo Consultivo Internacional para la Justicia, la Corrupción, la Delincuencia Organizada y las Mafias que, organizado por el Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral el pasado 15 de junio, reunió en los jardines vaticanos a líderes religiosos, policía y grupos de víctimas.
El texto, hecho público este miércoles, 2 de agosto, propone constituir una red contra estas formas de extorsión a partir de la experiencia que tiene la Iglesia, que es “ya una red y por ello puede y debe ponerse al servicio de tal intención con valentía, decisión, transparencia, espíritu de colaboración y creatividad”.
Excomunión para mafiosos
Siguiendo el pensamiento del papa Francisco, que escribió sobre este tema en el prólogo del libro del cardenal Peter Turkson (‘Combatir la corrupción en la Iglesia y en la sociedad’), el organismo vaticano asegura que “profundizará el estudio sobre una respuesta global, junto a las Conferencias Episcopales y las Iglesias locales, sobre la excomunión de los mafiosos y de las organizaciones criminales afines y sobre la perspectiva de excomulgar por corrupción”.
Una propuesta que no será fácil, ya que requiere “desarrollar el nexo, hoy casi desaparecido, entre la justicia y la belleza. El extraordinario patrimonio histórico, artístico y arquitectónico constituirá un formidable elemento de apoyo para la acción educativa y social en contra de cualquier forma de corrupción y de crimen organizado”.
Además, el documento señala que “la corrupción antes que un acto es una condición, por lo tanto, es necesaria la educación, la acción institucional y la participación de los ciudadanos”. Y esta tarea educativa exige “maestros creíbles”, como el beato Pino Puglisi, sacerdote siciliano asesinado por la mafia, uno de los referentes de Francisco al respecto. Y es que “no son creíbles aquellos que buscan privilegios, exenciones, alianzas o formas preferenciales incluso de manera ilegal”, advierte el texto.
El documento concluye subrayando la necesidad de “un movimiento, un despertar de las conciencias”. Y es que “las leyes son necesarias, pero no bastan. Los niveles de acción serán tres: la educación, la cultura y la ciudadanía. Hay que moverse con valentía y provocar a las conciencias para pasar de la indiferencia a la percepción de la gravedad de tales fenómenos, para combatirlos”.
“Un mafioso o corrupto no puede ser padrino”
El arzobispo de Monreale, Palermo (Sicilia), Michele Pennisi, considera que “no es posible que un mafioso o corrupto pueda ser padrino de bautizo o boda”. Y añade en una entrevista ayer, 2 de agosto, con Europa Press: “Excomulgar a estas personas es una pena medicinal. El Papa dice que la corrupción es una enfermedad de la que hay que curarse. La enfermedad es grave y es necesaria una medicina pesada. También es necesario prohibirles los funerales religiosos”.
Pennisi es uno de los principales impulsores de la propuesta para aprobar un decreto que excomulgue a mafiosos y corruptos a nivel universal en la Iglesia. “Se trata de una propuesta de aplicar la excomunión de la Iglesia a aquellas personas que se han manchado de delitos de mafia, pero no solo a nivel italiano, donde ya está vigente en Sicilia y Calabria, sino en todo el mundo”, dice el prelado siciliano.
El arzobispo continúa su explicación: “Vivimos en una sociedad secularizada y quizá la excomunión puede ser vista como algo secundario. Para algunos, que la Iglesia se pronuncie sobre este tema cuenta poco, pero muchas personas que se declaran católicas y van a misa los domingos son mafiosas o corruptas. Ahí se crea un problema de conciencia grave. Deben escoger entre la vida mafiosa o la católica, porque son excluyentes”.
Así, para que se revoque la excomunión es necesario un arrepentimiento real: “Uno se convierte no solo de manera íntima, sino que trata de reparar el daño causado, devolver el dinero y pedir perdón a sus víctimas. Entonces podría existir el perdón”.
