La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) ha manifestado su preocupación frente a las decisiones del Gobierno que afectan los derechos de los pueblos tradicionales indígenas y quilombolas. El asunto ha sido abordado durante la reunión del Consejo Episcopal Pastoral (CONSEP) en Brasilia, el 8 de agosto, coincidiendo con las movilizaciones de algunos grupos y organizaciones con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Según informa el portal de noticias de la CNBB, “uno de los puntos principales de esta preocupación está en el hecho de que la Suprema Corte puede adoptar, en los juicios, la tesis del llamado ‘Marco Temporal’, según el cual solo tendrían derecho a la tierra los pueblos que allí se encontraban el 5 de octubre de 1988, fecha de la promulgación de la Constitución Federal”.
Al reiterar su compromiso con la defensa de la vida de los pueblos indígenas, la CNBB denuncia “las situaciones de pecado, las estructuras de muerte, la violencia y las injusticias internas y externas que amenazan a los primeros habitantes de esta Tierra”, como también lo viene haciendo el Consejo Indigenista Misionero (CIMI), organización vinculada al episcopado brasileño.
“La impresión que tenemos es que la historia se repite”, comenta Hegon Heck, del secretariado nacional del CIMI, a propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, subrayando que “para los pueblos indígenas, lo que los hechos narran es un constante genocidio. Desde la usurpación de América, lo que cuentan las situaciones que se repiten es una realidad de persecución y mortandad”.
Por su parte, el secretario ejecutivo del CIMI, Cleber Buzatto, ha lamentado que “el actual gobierno no tiene ninguna intención de conversar con los pueblos indígenas”. Por el contrario, “todas las acciones del Gobierno han sido acordadas entre Michel Temer y los ruralistas, y ante la coyuntura, donde Temer necesita blindarse para no ser investigado, todo lo que la bancada ruralista ha pedido, ha sido acogido por el Gobierno. Cada semana hay una nueva acción nociva contra los pueblos indígenas, quilombolas, campesinos, y trabajadores sin tierra”.
En este sentido, el testimonio de Eliseu Kaiowa Guarani, secretario de la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), es desgarrador: “No tenemos a dónde correr, antiguamente cuando éramos atacados nos refugiábamos en la selva. Ahora, en Mato Grosso do Sul solo hay vacas y ganadería, caña, soya y eucalipto. Tenemos que enfrentar sicarios y hacenderos”.
De cara a este complejo panorama, la semana en la que se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas ha estado marcada por movilizaciones –especialmente en Brasilia– que buscan intensificar el debate sobre los funestos efectos del ‘Marco Temporal’.
El lunes (7 de agosto), la Comisión de Justicia y Paz dialogó sobre este asunto con los representantes del CIMI y de la APIB en la Catedral Metropolitana de Brasilia. Asimismo, el martes (8 de agosto) la Comisión de Derechos Humanos del Senado Federal realizó una audiencia pública que integró varias iniciativas de debate, en solidaridad con los derechos de los pueblos indígenas. En ambos espacios fueron hechas denuncias contundentes frente a la violencia que padecen los pueblos indígenas en el país y ante la tentativa de suspensión y violación de sus derechos.