Ibiza ha celebrado estos días sus fiestas patronales en torno a San Ciriaco. El pasado martes 8 de agosto, el obispo de las Pitiusas, Vicente Juan Segura, presidió la misa mayor en la catedral en la que quiso reivindicar un turismo sostenible para uno de los principales paraísos de nuestro país.
En plena polémica generada por grupos radicales que han atacado a la principal fuente de ingresos de las Baleares, el prelado defendió la necesidad de que “las autoridades cumplan siempre con su misión y velen por el pueblo ibicenco promoviendo el derecho a una buena fama así como a un desarrollo sostenible”.
Vicente Juan Segura se mostró convencido de que “en virtud de su historia y cultura, Ibiza y Formentera están llamadas a ofrecer una digna imagen ante toda Europa y el resto de países del mundo, ante todos los que nos visitan”.
Interpretaciones erradas
En esta misma línea, advirtió de que “no podemos consentir de ninguna manera que la noble imagen de Ibiza se deje llevar por interpretaciones de nuestra realidad que no tengan en cuenta nuestros auténticos valores éticos y morales”.
Lamentablemente, esta reivindicación del obispo no fue escuchada por el alcalde de la localidad, Rafa Ruiz, que se ha negado a participar en toda ceremonia religiosa, amparándose en el artículo 16.3 de la Constitución.