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El Papa envía “fuerza y consuelo” a Sierra Leona

  • Francisco manda sus condolencias en un telegrama tras unas inundaciones que han dejado ya 300 muertos identificados y tres mil personas sin hogar
  • Cáritas se prepara ante una posible epidemia, tras los brotes de ébola y cólera de los últimos tiempos





El papa Francisco, a través de la Secretaría de Estado, ha enviado un telegrama al arzobispo Charles Edward Tamba de Freetown, capital de Sierra Leona, para hacer llegar sus condolencias tras unas inundaciones que han dejado ya 300 muertos identificados y tres mil personas sin hogar.

El pontífice se muestra, dice el texto, “profundamente entristecido por las devastadoras consecuencias de un alud a las afueras de Freetown”, asegura su cercanía “a aquellos que han perdido a seres queridos en este momento difícil” y “reza por todos los que han muerto, y sobre sus familias y amigos afligidos invoca las bendiciones divinas de fuerza y consuelo”.

Francisco ha mostrado su “solidaridad con los equipos de emergencia y las personas implicadas en la ayuda y la atención de las víctimas del desastre”. Y es que organizaciones locales e internacionales se encuentran trabajando en la zona.

Riesgo de epidemias

El control de los pozos de agua potable es una de las prioridades, ya que la distribución de agua contaminada podría ser un posible foco de contagio de cólera. Los cadáveres de los fallecidos se agolpan en estos momentos en las calles y en los ríos, por lo que la catástrofe podría suponer una nueva emergencia sanitaria.

Cáritas de Sierra Leona se prepara ya para una posible epidemia, algo que la institución ha tenido que combatir en estos años en los que se han producidos fuertes brotes de cólera y ébola. Jorge Crisafulli, misionero salesiano argentino que vive en Freetown, ha denunciado que los hospitales están colapsados y “el olor que hay en la morgue del sanatorio es nauseabundo”.

Para el misionero, la tragedia se ha cobrado más vida ya que “muchos de los deslizamientos de tierra ocurrieron por la noche, por lo que a muchas de las personas no les dio tiempo ni a reaccionar y escapar”. De cara a la recuperación, el misionero no es optimista ya que “es un país que no está preparado para este tipo de tragedias, falta mucha maquinaria” para poder recuperar los cadáveres sepultados bajo el lodo.
También se trabaja actualmente por restablecer las comunicaciones y la red de carreteras.

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