Eran las cuatro y media de la tarde cuando una furgoneta blanca arrollaba a decenas de personas en Las Ramblas de Barcelona. El miedo y la confusión se apoderaba del centro de la capital catalana ante un atropello masivo. Al menos trece personas han muerto y varias decenas han resultado heridas en lo que las autoridades ya califican como atentado terrorista.
“Ante este hecho luctuoso y execrable, la Conferencia Episcopal Española quiere en primer lugar mostrar su cercanía y oración a todas las víctimas y sus familias”. Con estas palabras, los obispos españoles han querido ofrecer su solidaridad ante el ataque terrorista. En esta misma línea, los obispos manifiestan su apoyo “a toda la sociedad que es atacada con estas acciones, en esta ocasión los ciudadanos de Barcelona, y a las Fuerzas de Seguridad”.
A través de un comunicado, el Episcopado español rechaza toda violencia:“Condenamos cada muestra de terrorismo, una práctica intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida, justa y razonable. No sólo vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo”.
A partir de ahí, los obispos de nuestro país piden “ a todos los creyentes que eleven sus oraciones para pedir a Dios que conceda el descanso eterno a las personas fallecidas, restablezca la salud del resto las víctimas, consuelo a los familiares, llene de paz los corazones de las personas de buena voluntad y nunca más se repitan estas acciones despreciables”.
Ciudadanía herida
“Pedimos a Dios que esto acabe, que la paz y la convivencia justa entre nosotros sea una realidad sin que esté al vaivén de estos atentados que nos hieren profundamente y nos hieren a todos en nuestra ciudadanía y en nuestra realidad más profunda”, señaló también en declaraciones a los medios el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo.
El portavoz del Episcopado apuntó que este “grave atentado terrorista” siempre es “incompatible con la vida, con una dimensión de la persona justa y razonable y que vulnera derechos y libertades fundamentales de las personas y de la sociedad”, expresó.
Anteriormente a este pronunciamento, Gil Tamayo a través de su cuenta de Twitter compartió el sentir de los obispos de nuestro país cuando apenas habían pasado unos minutos del suceso: “Seguimos con preocupación y oraciones la situación las víctimas del atropello masivo en las Ramblas”. A renglón seguido, el portavoz del Episcopado expresó además “nuestra solidaridad con las víctimas y Barcelona”.
Acompañar a los barceloneses
El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella ha cancelado el retiro espiritual en el que se encontraba y regresa ya a la ciudad “para acompañar a los suyos en estos momentos de dolor”. “Condeno rotundamente el atentado de Barcelona con muertos y heridos, que nos llena de dolor y solidaridad con las víctimas y familiares”, cardenal arzobispo emérito de Barcelona, el cardenal Lluis Martínez Sistach.
Desde Madrid, el cardenal Carlos Osoro expresaba en su cuenta de Twitter su consternación por el atentado: “Rezo por las víctimas y sus familias”, subraya el arzobispo de Madrid que extiende su oración “por la paz y la labor de las Fuerzas de Seguridad”.
Junto a él, otros movimientos, realidades eclesiales e instituciones se han sumado al dolor generado por este atentado. Así lo mostraba la Conferencia Española de Religiosos -CONFER-: “La Vida Religiosa se une en oración a las víctimas”.