El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella ha anunciado que se celebrará este domingo, a las 10 de la mañana, una misa en la basílica de la Sagrada Familia por todas las víctimas de los atentados de Barcelona. Será una expresión de la archidiódecis y de toda la comunidad católica “por todas las víctimas, por las familias y por los que han muerto. Para que el Señor cambie el corazón de todas esas personas que maquinan para hacer el mal. Para que ojalá se conviertan en constructores de paz y no de muerte”, ha asegurado en declaraciones a la Cadena Cope.
Ha hecho este anuncio tras visitar a los heridos del Hospital del Mar, acompañado por el obispo Sebastià Taltavull una vez que ha llegado a la capital catalana procedente del retiro espiritual en el que se encontraba.
En declaraciones a Cope, el cardenal ha lamentado “todo el dolor de tanta gente inocente”, pensando especialmente en los niños que han sido víctimas, algo que provoca que “a uno se le encoja el corazón”. En la emisora de la Conferencia episcopal ha relatado cómo ha hablado “con un padre de familia que me ha contado como su mujer y sus hijos habían venido a pasar el día. Él estaba trabajando y tuvo que ir al hospital y se encontró a su mujer en el quirófano y a su pobrecito hijo en urgencias con aparatos. Él estaba ausente de la familia en esos momentos”.
Para el cardenal, “es doloroso ver cómo se te trunca la vida en unos minutos, por unos terroristas que no sabes lo que llevan dentro de sus cabezas”.
Juan José Omella ha asegurado que “en nombre de Dios no se pueden cometer atentados”. “Dios es el Dios de la vida y del amor en todas las religiones. Especialmente en la nuestra, en la católica, donde Dios muere por salvar al hombre. Ese camino de destrucción ni es religión ni viene de Dios y nunca se puede tolerar. La religión tiene que llevarnos a la convivencia y a la paz. Solo los que se separan de ese camino son los que han estropeado la fe y la religión”, reflexionaba el prelado.