El papa Francisco ha rezado nuevamente el Ángelus con los fieles concentrados este mediodía en la plaza de San Pedro en el Vaticano. Con este motivo ha recordado los actos terroristas de los últimos días, tanto los de España, como los de Burkina Faso y Finlandia. “Rezamos por todos los difuntos, por los heridos y por sus familiares y suplicamos al Señor, Dios de misericordia y de paz, para que libre al mundo de esta violencia inhumana”, ha prometido.
Amor maternal que lleva a la fe
Haciendo referencia al evangelio del día, la curación de la hija de una mujer extranjera por Jesús, el papa ha presentado a la madre como auténtico “ejemplo de fe” y de perseverancia. Para Francisco “la fuerza interior de esta mujer, que permite superar todos los obstáculos, debe buscarse en su amor maternal y en la confianza de que Jesús puede cumplir su petición”. “Podemos decir que es el amor que mueve la fe y la fe, por su parte, se convierte en el premio del amor”, ha sentenciado el papa.
Para el pontífice, “esta mujer humilde es indicada por Jesús como un ejemplo de fe inquebrantable. Su insistencia en invocar la intervención de Cristo es para nosotros un estímulo para no desanimarnos, no para desesperarnos cuando somos oprimidos por las duras pruebas de la vida”.
La enseñanza para Francisco es clara, “todos necesitamos crecer en la fe y fortalecer nuestra confianza en Jesús, Él puede ayudarnos a encontrar el camino cuando hemos perdido la brújula de nuestro viaje; Cuando el camino no parece plano, sino duro y difícil; Cuando es difícil ser fiel a nuestros compromisos”. Una fe que, ha insistido el papa, hay que alimentar con la oración y los sacramentos.