Aunque hay “temas bastantes espinosos” en los que chocan las posturas de católicos y ortodoxos rusos, como es el caso de la Iglesia católica oriental de Ucrania, el primer encuentro oficial del viaje del secretario de Estado, Pietro Parolin, a Moscú ha sido “constructivo”. El cardenal Parolin se ha mostrado “emocionado” tras un encuentro que ha durado unas dos horas con el metropolita Hilarión, responsable de las relaciones externas del patriarcado ortodoxo ruso, en lo que ha sido el acto más destacado de la primera de las dos jornadas que el purpurado italiano pasará en tierras rusas.
El encuentro ha tenido lugar en la mañana del lunes 21 de agoto en la “Malij zal”, la sala de recepción de las representaciones, en el Patriarcado ruso, en el monasterio de san Daniel en Moscú. Devuelve de esta manera la visita que el metropolita hizo el 15 de septiembre de 2016 al Vaticano.
Ambos han subrayado la importancia del acuerdo conjunto firmado por ambas Iglesias en La Habana el 12 de febrero de 2016. Parolin ha declarado que es “un honor estar en Rusia” y que se encuentra “emocionado” por poder realizar, al fin, este significativo viaje.
Además, el cardenal ha felicitado a Hilarion, que celebra los 30 años de su ordenación sacerdotal. También ha confirmado a los medios que hay voluntad de “construir y superar las dificultades que existen”, también en la cuestión ucraniana. Igualmente ha confirmado que no se ha valorado un segundo encuentro entre el patriarca Kirill y Francisco.
La agenda del primer día se ha cerrado con dos encuentros significativos con la pequeña comunidad católica del país, compuesta fundamentalmente por misioneros y extranjeros residentes en Rusia. Así, Parolin ha mantenido un encuentro con la Conferencia Episcopal del país y ha presidido la celebración de la eucaristía en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Moscú, templo católico de referencia en el país. Al concluir la celebración, el secretario de Estado cenó con un grupo de representantes del clero –en todo el país hay unos 300 sacerdotes– y del laicado.
A la misa en la catedral han asistido algunos representantes diplomáticos presentes en la capital rusa. Delegaciones como la de Italia, Polonia, Alemania y Suiza se han sumado a las de diversas confesiones cristianas y otras religiones. Al saludar a la gente congregada, el cardenal ha ratificado los propósitos de este viaje: “Traigo el saludo y la bendición del papa Francisco, que lleva en el corazón la comunidad católica y la sociedad rusa, a la que se siente ligado de un modo especial, después del encuentro con el patriarca Kirill”.