El Tribunal Constitucional de Chile refrendó el 21 de agosto la legalidad del proyecto de ley que despenaliza el aborto en el país en tres circunstancias, rechazando así sendos recursos presentados por la oposición. De este modo, el gobierno de Michelle Bachelet podrá promulgar como ley una iniciativa que permitirá abortar en caso de inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la mujer y en embarazos producto de una violación.
Tras conocerse el fallo del Constitucional, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Chilena emitió un comunicado en el que se afirma que “la sociedad entera es la que pierde al legalizarse el aborto”, a la vez que anuncia que la Iglesia “redoblará esfuerzos para seguir acompañando a las mujeres que viven situaciones límite en su embarazo, a las que deciden continuar con él y a las que piensan que el aborto es una solución”.
Los obispos consideran que “desde una antropología que pone al centro de la convivencia social, el derecho a la vida y el respeto de la dignidad de cada individuo de la especie humana, resulta incomprensible a la razón que se haya tomado tal decisión“.
“Ofende a la conciencia y al bien común”
Al mismo tiempo, y según la nota de prensa difundida por el Episcopado chileno, los obispos afirman que, “desde la fe que profesa una parte importante de la sociedad chilena, la resolución que acaba de ser adoptada y que declara conforme con la Constitución el proyecto de ley de aborto, ofende a la conciencia y al bien común de los ciudadanos“.
“La sociedad entera es la que pierde al legalizarse el aborto en Chile, aunque sea bajo ciertas condiciones. Estamos frente a una nueva situación en la que algunos seres humanos que están por nacer quedan desprotegidos por el Estado en este básico y fundamental derecho”, añaden los pastores en lo que es un contundente pronunciamiento sobre la resolución del alto tribunal.
La nota episcopal expresa su “mayor gratitud” a todas aquellas personas, grupos e instituciones “que han trabajado intensamente para que nuestro ordenamiento jurídico defienda la vida humana” –en alusión a los recursos presentados y a las movilizaciones realizadas–, “conscientes de que el aborto no es la solución para las situaciones dolorosas y difíciles a las que refieren las tres causales”. En especial, añade la nota, “agradecemos a los miembros del Congreso que han trabajado para que no se establezca el aborto en Chile, su constante defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”.
Redoblar esfuerzos en favor de la vida
La declaración del Comité Permanente recuerda que la misión de la Iglesia” es anunciar a Jesús Resucitado que vence a la muerte y que nos ofrece Vida plena, que se multiplica en el amor y en el servicio, especialmente a los más pequeños y vulnerables” y afirma que, “a partir de ahora, nuestra opción por la vida se traduce en redoblar nuestro esfuerzo para seguir acompañando a las mujeres que viven situaciones límite en su embarazo, a las que deciden continuar con él y a las que piensan que el aborto es una solución“.
“La Iglesia –sigue la nota episcopal–, pueblo de Dios al servicio de todos, particularmente de los más débiles, siempre ofrece sus manos y extiende su abrazo de servicio a todas las personas que necesiten paz, amparo, apoyo y consuelo”.
La declaración de respuesta del Comité Permanente al fallo del Constitucional está firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Santiago Silva; el vicepresidente, Cristián Contreras Villarroel; los miembros Ricardo Ezzati y Juan Ignacio González; y el secretario general, Fernando Ramos.
