El cardenal Pietro Parolin termina su viaje diplomático a Rusia con la visita al presidente del país, Vladimir Putin, en la ciudad balneario de Sochi, a orillas del Mar Negro, donde se encuentra su residencia estival.
El secretario de Estado vaticano ha agradecido “la invitación” y la “bienvenida” que le han dispensado las autoridades del país. El presidente, por su parte, ha recordado “la calurosa acogida” que el Vaticano le dispensó en sus dos visitas al Papa, en 2013 y 2015.
Putin ha destacado, además, su “satisfacción” por el “diálogo directo iniciado entre la Santa Sede y la Iglesia ortodoxa rusa”. También ha subrayado “los valores humanitarios comunes que son defendidos por la Santa Sede y que son la base de las relaciones entre la Federación Rusa y el Vaticano, así como en el diálogo entre las Iglesias católica y ortodoxa”.
Progresan los acuerdos alcanzados con Francisco
Más allá de las relaciones entre ambas Iglesias, el presidente ruso ha señalado que los “acuerdos alcanzados” en las entrevistas mantenidas con el papa Francisco “se están implementando progresivamente”.
El líder ruso también le ha pedido al cardenal que transmita al Papa, “en nombre de todos los cristianos de Rusia”, su agradecimiento por el envío de la reliquias de san Nicolás de Bari, enviadas a Moscú y San Petersburgo.
Según un comunicado emitido por el Kremlin, previo a la entrevista, no estaba prevista una valoración conjunta sobre cuestiones de actualidad internacional, como la situación de los cristianos de Oriente Medio, el norte de África, Siria o Ucrania. Estas cuestiones, y la de Venezuela, han sido objeto de la reunión con el ministro de exteriores, Serguéi Lavrov.
Según la nota de prensa emitida por el Vaticano tras esta visita, el encuentro entre ambas personalidades “duró aproximadamente una hora y se llevó a cabo en una atmósfera positiva, amable, de respeto y escucha del uno al otro, con una intercambio abierto de puntos de vista sobre diversos temas, relativos a las relaciones internacionales y bilaterales”.