Recordando que la paz del corazón y en la sociedad es un regalo de Dios, la Comisión Nacional que organiza la visita del Papa a Chile presentó el lema y logotipo para esta celebración: “Mi Paz les doy”, palabras de Jesús a los apóstoles.
Al presentar el logo, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Nacional, María Paz Vicuña, detalló que la cruz es el signo más representativo de los cristianos. A esa cruz amarilla, color oficial del Vaticano, se une Chile: “hay una unión muy profunda entre esa paz que nos alcanzó la cruz de Cristo y la paz que necesitamos reencontrar en nuestra Patria”, expresó. Y agregó: “En cierto modo, Chile reposa sobre el signo de la victoria del amor más grande y que nos regaló la vida, esa misma vida que queremos que anime a Chile cada día. Además, se incluye como signo específico del Papa la firma de su puño y letra, que ya es mundialmente reconocida”.
La visita programada para los días 15 a 18 de enero de 2018, que continuará los días siguientes en Perú, está siendo preparada por una comisión dirigida por el obispo auxiliar de Santiago y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), Fernando Ramos. El comité coordinador tiene como director ejecutivo a Javier Peralta, a María Paz Vicuña como secretaria ejecutiva, y Loreto Moore a cargo de la administración.
La Comisión Nacional cuenta con seis áreas de trabajo: Cristián Contreras, obispo de Melipilla, preside el Área de Contenido Teológico Pastoral; el padre Héctor Gallardo, Liturgia; el padre Luis Felipe Herrera, Comunicaciones;Guillermo Villaseca, Finanzas; Felipe Vial, Gestión de Actividades; y Ronald Bown con Francisco Elorrieta, a cargo de Voluntariado.
Por su parte el Gobierno designó a Benito Baranda, laico destacado por su compromiso social desde la Iglesia, para coordinar las actividades con la Comisión Nacional constituida por la CECh.
Una sociedad menos castigadora
El Papa celebrará misas masivas en cada una de las tres ciudades que visitará: en el aeródromo Maquehue, de Temuco; la playa Lobito, en Iquique; y el parque O’Higgins, en Santiago. Además, la Santa Sede aprobó actividades en la Catedral de Santiago, el Santuario del Padre Hurtado, el Centro penitenciario femenino de San Joaquín, el Santuario Nacional de Maipú, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la sede del Gobierno, La Moneda.
Uno de esos lugares, el Centro Penitenciario femenino, tiene como capellán, hace ya 12 años a la religiosa del Buen Pastor, Nelly León Correa, entrevistada recientemente por Vida Nueva Digital. Allí nos relató que “un 90% de las 595 mujeres que están en la cárcel de Santiago sufrió abandono de sus padres, han sido criadas por la abuela, por una tía. Vienen de sectores muy pobres. Somos un país muy castigador y aquí se castiga la pobreza. En Chile los enormes delitos que hemos conocido en estos últimos años, cometidos por gente con más recursos, no los tienen en cárceles. Hay una enorme desigualdad. La televisión busca lo morboso, pero no entrega esta información dura. Me molesta la inequidad social que existe: el Estado debería asegurar una vida en condiciones de dignidad para estas mujeres”.
Al enterarse de esta decisión para la visita del Papa, fue entrevistada por una radio de Santiago donde hizo público su íntimo anhelo: “me gustaría que el Papa pudiera decirle a la sociedad que no sea una sociedad tan castigadora. Hay muchas medidas cautelares que no se cumplen. Una mujer puede cumplir una condena desde su casa, en reclusión domiciliaria, nocturna”.
También en estos días se realizó el primero, de cuatro, seminarios de comunicaciones para apoyar a los medios de comunicación. El periodista y sociólogo argentino Juan Pablo Cannata, expuso El Papa en los medios y el Papa de la gente, destacando que el mundo que surge de la comunicación de Francisco tiene que ver con sus gestos y sus acciones. Afirmó también que el Santo Padre desarrolla un discurso con dos aspectos: el de los problemas del mundo actual y el de la solución, en un sentido amplio, de dichos problemas. En los tres meses que siguen tendrán lugar los otros seminarios.
De esta manera, la Iglesia en Chile sigue calentando los motores para esta histórica visita.