El secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, ha clausurado este sábado 26 de agosto el Meeting de Rímini con una conferencia titulada El abrazo de la Iglesia la hombre contemporáneo. En su intervención, el purpurado ha pedido a los gobiernos que implanten “esquemas alternativos” centrados en la “acogida” para gestionar la “migración masiva e incontrolada”.
“Necesitamos replantear de manera integral el tema de la diversidad, de su riqueza en un marco de mutuo conocimiento y respeto”, ha pedido Parolin, que ha advertido frente a actitudes “inducidas por el temor que representan, en el plano cultural y social, fenómenos que tienen que ser comprendidos y gestionados atendiendo a una visión más global debido a los procesos de la globalización, especialmente la económica”.
En la clausura, que ha contado también con la presencia de Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, se ha anunciado que la edición de 2018 tendrá como lema una frase de Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación: “Las fuerzas que mueven la historia son las mismas que hacen al hombre feliz” y se celebrará del 19 al 25 agosto. Así lo ha anunciado Emilia Guarnieri, presidenta de la Fundación Meeting.
El cardenal ha profundizado en la cuestión de la globalización, a la que ninguna nación puede escapar, aunque se multipliquen las tendencias contrarias, “especialmente en los países autoritarios”, y “también en muchos líderes y movimientos populistas de izquierda y derecha” que definen la propia soberanía nacional “en términos de supremacía cultural, identidad racial, nacionalismo étnico y que, a menudo, encuentran en esto las razones para reprimir la disidencia interna”.
Frente a esta panorama, Parolin ha reivindicado el “valor de la libertad”. Para el purpurado, “la globalización debe ser gobernada, en sus diversos aspectos, regulándola internacionalmente, según una visión que ponga el bien común”. “En este punto, en el que están en juego los valores más profundos de la justicia y la paz, los Estados Unidos y la Unión Europea tienen un papel y una responsabilidad decisivos”, ha denunciado.
Parolin ha reclamado también “una renovada inspiración cristiana para el compromiso político”. “El milagro del amor desinteresado […] debe reproducirse en nuestras sociedades, en nuestra historia concreta”, subrayó.
Para el secretario de Estado, la tarea de la Iglesia es “hacer creíble su amor por los hombres y mujeres de hoy a través del anuncio del Evangelio, su estilo de vida y su ejercicio crítico en relación con todo el orden social y político”.
“Todos los cristianos, incluso los pastores, están llamados a procurar la construcción de un mundo mejor” y para ello llamó a “recuperar las calles del mundo” porque “la Iglesia y los cristianos no pueden dejar de interactuar críticamente con la realidad”, añadió el purpurado, recién llegado de su “satisfactorio” viaje a Moscú.
El cardenal italiano también ha recordado durante su intervención el proceso que la Iglesia está haciendo en estos momentos de cara al próximo Sínodo de dedicado a los jóvenes, que se celebrará en octubre de 2018, y que Parolin ha definido como “gran apuesta educativa”.
El cardenal señaló que, “primero, debemos ser educados por Dios, debemos dejar que el Espíritu abra la puerta de nuestro corazón”, para, “después, de tratar de crear comunidades más acogedoras, más fieles y auténticas”. Algo para lo que, según señaló, para lo que “debemos correr el riesgo de la libertad”.
“Debemos tener el coraje de la libertad de los niños. Sabiendo que Dios siempre, y continuamente, resuena en las conciencias. Y nuestros jóvenes lo encontrarán”, concluyó el máximo responsable de la diplomacia vaticana.