El papa Francisco, tras la oración del Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos este domingo 27 de agosto en la plaza de San Pedro, ha recordado a las víctimas de las “grandes inundaciones que han afectado a Bangladesh, Nepal y el norte de la India”, por ello ha expresado su “cercanía a la población” y ha rezado “por las víctimas y por los que sufren a causa de esta calamidad”. También ha recordado a las minorías, haciendo una llamamiento especial por la situación que sufren los rohingyas, pueblo muy presente en Myanmar.
“Ninguna piedra pequeña es inútil”
En su reflexión se ha referido al texto evangélico de la liturgia del día, la llamada confesión de Pedro en Cesarea (Mt 16,13-20). Tras preguntar a los discípulos por la opinión que la gente tiene de él, les interpela directamente a ellos y Pedro responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”, palabras que Jesús señala como “inspiradas por el Padre Celestial”, ya que son “palabras fuertes”, y Pedro “ni siquiera había terminado los estudios primarios” –bromeó el Pontífice–. Entonces, el Señor “entiende que, gracias a la fe dada por el Padre, hay una base sólida sobre la cual su comunidad y su Iglesia pueden construir”, y por eso le dice: “Tú eres Pedro –es decir piedra, roca– y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.
“También hoy con nosotros, Jesús quiere seguir construyendo su Iglesia, esta casa con una base sólida, pero donde hay grietas, y que constantemente necesitan ser reparadas, como en tiempos de Francisco de Asís”, ha señalado Bergoglio.
Y ha añadido que, aunque “nos sintamos piedras pequeñas”, “ninguna piedra pequeña es inútil, de hecho, en las manos de Jesús se hace preciosa, porque la recoge, la mira con gran ternura, trabaja con su Espíritu y la coloca en el lugar exacto que Él ha pensado desde siempre y donde puede ser más útil para el resto de la construcción”.
“Todos nosotros, aunque pequeños, somos hechos ‘piedras vivas’ por su amor, y así tenemos un lugar y una misión en la Iglesia”, que es “comunidad de vida, formada por tantas piedras, todas diferentes, pero que forman un único edificio en el signo fraternidad y comunión”.
Responsabilidad de la primacía
Francisco ha señalado que el texto también “nos recuerda que Jesús quería para su Iglesia un centro visible de comunión en Pedro y los que le sucederían en esta responsabilidad en primacía, que desde entonces se ha identificado en los Obispos de Roma, la ciudad donde Pedro y Pablo han expresado el testimonio de la sangre”.
A María, el Papa le ha pedido que sostenga y acompaña “con su intercesión para realizar plenamente la unidad y la comunión por la que Cristo y los apóstoles han rezado y han dado su vida”.
Tras la oración mariana, el Papa se ha reunido en el mismo Palacio Apostólico con los participantes en un congreso de la de la Red Internacional de Legisladores Católicos (International Catholic Legislators Network), que agrupa a parlamentarios católicos de todo el mundo.