Una vez más, el enclave ceutí de El Tarajal, en la frontera entre España y Marruecos, se ha vuelto a teñir de sangre. En este caso, tras registrarse en la madrugada de este lunes 28 de agosto una avalancha entre porteadoras (forma parte del paisaje habitual en ese punto estratégico para el flujo migratorio de África a Europa una cantidad enorme de mujeres que cada día cruzan hasta nuestro territorio nacional cargadas con todo tipo de mercancías que llevan en mantas, formando enormes bultos), dos de ellas acabaron falleciendo tras ser pisoteadas por el resto, quedando otras seis heridas, una de ellas en estado de gravedad.
En lo que va de año ya son cuatro las porteadoras muertas en estas circunstancias en el llamado Tarajal II, un espacio abierto en febrero precisamente para descongestionar ese movimiento de mercancías, estando concebido específicamente para ello. Todo se debió a que, tras el cierre rutinario de jueves a domingo de este punto de acceso, a primera hora del lunes había una concentración mayor de la habitual. Al ocurrir los hechos en la parte marroquí de la frontera y al ser las dos fallecidas ciudadanas del país, la Fiscalía General de Marruecos ha anunciado una investigación.
Por parte de España, la Delegación del Gobierno en Ceuta ha anunciado que este acceso permanecerá cerrado entre mañana, 30 de agosto, y el 10 de septiembre. Aunque la iniciativa puede provenir de Marruecos, donde en esas fechas se celebra la fiesta musulmana de la Pascua del Sacrificio. Precisamente, denuncian varias entidades de apoyo a la comunidad migrante, esos usuales cierres de frontera en un punto marcado por la inestabilidad y la convulsión son los que ocasionan las avalanchas cuando se produce la reapertura.
Respuestas fallidas
Con este desgraciado hecho, se confirma que las respuestas desde las diferentes administraciones son insuficientes en Tarajal II; entre ellas, la separación entre hombres y mujeres por días de la semana o la limitación del paso de vehículos. El reparto de tickets para asegurar el paso, por ejemplo, tampoco ha dado ningún resultado. De hecho, la última avalancha mortal se produjo por el hacinamiento en el intento desesperado por conseguir un billete… La deficiencia de unas estructuras sin preferencia por salvaguardar la seguridad, en un punto empinado y con escaleras, tampoco ayudó.