El vicepresidente colombiano Óscar Naranjo no ha dejado lugar a dudas: “No habrá encuentros directos personales programados entre las Farc y su santidad y tampoco hay otros encuentros de tipo político de su santidad previstos”.
Cuando queda apenas una semana para que Francisco aterrice en Colombia, el máximo responsable de coordinar la estancia del Papa en el país ha negado esta posibilidad, tan solo un día después de que Pastor Alape, miembro del secretariado de las FARC, mostrara su intención de verse con él: “Todo depende de las autoridades eclesiásticas que se defina si vamos a tener un espacio con el papa, nosotros estamos dispuestos y lo haríamos como constructores de paz”.
Respaldo al proceso de paz
Lo cierto es que Jorge Mario Bergoglio participará el 8 de septiembre en Villavicencio en el Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional’, en el parque Las Malocas, donde podrá conocer el sentir de al menos 5.000 víctimas de la violencia, pero también habrá presencia de victimarios.
“No descarto que miembros de la Farc ya reincorporados a la vida civil, asistan a esas eucaristías”, explicó Naranjo que sí mostró su optimismo ante el congreso que la guerrilla desarmada celebra en estos días para transformarse en un partido político: “Hay que acompañar ese esfuerzo para que quienes ingresan a la legalidad, a quienes les damos la bienvenida a la democracia adhieran a la democracia para cumplir las reglas de la democracia”. Así, reiteró que “el proceso avanza de manera definitiva y es irreversible que la paz llegue a Colombia”.
Con más cautela se refirió a las conversaciones de paz abiertas entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como sobre la posibilidad de un alto el fuego durante la visita del Papa.
Sin embargo, sí subrayó cómo este viaje del Papa supone una invitación al pueblo colombiano en la protección de la dignidad humana, así como “un llamado al abandono de la violencia, a la derrota de la violencia, que debería coincidir con esta visita de su santidad”.
