Al menos 35 muertos, 17 desaparecidos y más de 32.000 evacuados. Son las cifras que deja a su paso el huracán Harvey a su paso por Texas y Luisiana después de arrasar con todo aquello que se ha topado en su camino. Un desastre natural ante el que el Papa Francisco ha querido mostrar su “proximidad espiritual y su preocupación pastoral” a todos los afectados.
Así lo ha hecho través de un telegrama enviado por el secretario de Estado Pietro Parolin, al cardenal arzobispo de Galveston-Houston y presidente del Episcopado de Estados Unidos, Daniel DiNardo.
En el menaje, el Papa dice estar “profundamente conmovido por las trágicas pérdidas de vidas humanas y los enormes daños materiales que esta catástrofe natural ha dejado tras de sí”. De esta manera, Parolin detalla como el Papa argentino “reza por las víctimas y sus familias y por todos aquellos que participan en las actividades esenciales de socorro, de recuperación y de reconstrucción” .
El telegrama también recoge el convencimiento del Papa ante “las necesidades inmediatas, tanto de los individuos como de las comunidades, seguirán inspirando un gran impulso de solidaridad y de solidaridad mutua” .