En la mañana de hoy jueves 31 de agosto, el papa Francisco ha recibido a un grupo de representantes de la Conferencia de Rabinos Europeos, del Consejo Rabínico de América y de la Comisión del Gran Rabinato de Israel, dentro de las actividades que ha promovido la Comisión para las Relaciones con el Judaísmo de la Santa Sede.
El Pontífice ha definido la situación actual como “un momento fructífero de diálogo”, tal y como ha quedado plasmado en el documento ‘Entre Jerusalén y Roma’, fruto del trabajo conjunto con dicha Comisión, que los rabinos han entregado a Francisco.
Estrechar lazos
Además, el Papa ha reafirmado los principios marcados por el documento Nostra Aetate en el Vaticano II para el diálogo con el mundo judío, con el que se comparte “una gran tradición espiritual”. “Hemos profundizado nuestro conocimiento mutuo e intensificado nuestros lazos de amistad”, sentencia el Francisco.
El documento conjunto no esconde “las diferencias teológicas de nuestras tradiciones de fe; sin embargo, expresa la firme voluntad de cooperar más estrechamente hoy y en el futuro”, apunta Bergoglio. Además, dicho texto describe a los católicos como “socios, estrechos aliados, amigos y hermanos en la búsqueda común de un mundo mejor que puede disfrutar de la paz, la justicia social y la seguridad”.
Las religiones, ha citado Papa, deben contribuir a frenar “la guerra, la coacción o la presión social”, ejerciendo “la propia capacidad de influencia y de inspiración”. Para el Pontífice, “es tan importante que Dios bendiga e ilumine nuestra asociación porque juntos podemos acoger y y poner en práctica mejor sus proyectos”.
Aprovechando la ocasión, Francisco ha felicitado a los rabinos con motivo del Año Nuevo judío, que comenzará dentro de pocas semanas. Lo ha hecho con la expresión hebrea “Shaná tová!”.