El Papa está convencido de que justicia y paz han de ir de la mano siempre, una máxima que aplicará también en su inminente viaje a Colombia.
Por eso, junto al Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional en Villavicencio el 8 de septiembre en el que se darán la mano víctimas y victimarios de las guerrillas del país, Francisco elevará a los altares ese mismo día al obispo Jesús Emilio Jaramillo, el gran defensor de los indígenas de Sarare, asesinado a manos del Ejército de Liberación Nacional hace tres décadas.
Con la negociación abierta entre el Gobierno y la guerrilla en Quito en la búsqueda de un cese definitivo a la manera de las FARC, el ELN no solo ha mostrado su voluntad de declarar un alto el fuego durante el viaje papal. El conocido líder guerrillero Pablo Beltrán admite ahora que cometieron un “error” al asesinar al pastor. “Hubo autocrítica”, señaló el portavoz del ELN en relación a un congreso del grupo armado en el que se admitió este equívoco.
En una entrevista para la radio local Kapital Stereo, de Arauca, Beltrán admite que “había un comprometimiento del señor obispo en situaciones muy difíciles”, y luego “yendo más allá de las críticas que se le tenían oficialmente al señor obispo, una comisión procedió a quitarle la vida”. Y así fue, el 2 de octubre de 1989 cuando murió a tiros después de criticar en varias homilías el hostigamiento d el Frente Domingo Laín de la guerrilla del Ejército ELN, que lamentablemente contaba con varios religiosos en sus filas.
“Por supuesto que sí estamos diciendo que cometimos un error, lo reconocemos y pedimos perdón por ese error”, insistió el líder guerrillero, que ha hecho visible esta petición precisamente en la mesa de diálogo con el Ejecutivo colombiano, en la que también ha presencia de diez obispos a través de una comisión designada por la Conferencia Episcopal. “Venimos hablando sobre esta cuestión. Señores obispos: trabajemos por la verdad y asumamos responsabilidades. Estamos dispuestos a avanzar en este diálogo”.