Frente al Proceso Electoral Federal 2017-2018, en que se elegirá Presidente de la República y se renovarán las dos Cámaras del Congreso de la Unión, la Iglesia católica en México ha emitido un sutil, pero claro mensaje dirigido tanto a sacerdotes como a los fieles laicos.
Firmado por los obispos que forman parte de las diferentes dimensiones de la Comisión Familia, Juventud, Adolescentes, Laicos y Vida de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el texto recuerda, en primer lugar, que el papel de la Iglesia y sus pastores radica en aportar criterios de reflexión que, sustentados en la Palabra de Dios, el Magisterio y la tradición católica, así como en la ley natural y la ciencia, ayuden a que las familias y los ciudadanos de buena voluntad cuenten con argumentos para tomar decisiones orientadas a lograr lo más posible el bien común.
En este sentido, advierten que en México actualmente se vive una serie incontable de agresiones políticas e ideológicas contra la vida familiar, “una situación que alarma profundamente porque se lastiman la dignidad de la persona humana y la verdadera identidad del Matrimonio, y porque el invaluable don de la vida es vulnerado por leyes que anteponen prejuicios e intereses egoístas”.
Pese ello, a los obispos y sacerdotes les recuerda que, en respeto a las leyes mexicanas y a la madurez de sus instituciones, no deben “participar directamente a favor ni en contra de iniciativas políticas impulsadas por ningún partido o institución política, ni patrocinar ni promover ni operar ninguna actividad política partidista, tales como recolección de firmas, lanzamiento de iniciativas legislativas o en la concreción de agendas políticas”, algo que suele ser común en tiempos electorales.
Pero los obispos sí convocan a todos los fieles laicos a una “activa participación política”, siendo conscientes de que la fuerza ciudadana, la organización y la unidad pueden construir las estructuras necesarias en el ámbito social.
Aunque para ello –señalan– es fundamental superar la tentación de la confrontación y la violencia, dialogar con apertura y creatividad, ya sea adhiriéndose a posturas políticas partidistas concretas o actuando de manera independiente, pero siempre en armonía con la razón, la ciencia y la fe, a fin de conseguir la unidad dentro de la legítima diversidad.
El texto está signado por monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de Tehuacán y Presidente de la Comisión Familia, Juventud, Adolescentes, Laicos y Vida, así como por los obispos Alonso Gerardo Garza Treviño, de la Dimensión Familia; Juan Armando Pérez Talamantes, de la Dimensión Jóvenes; Jorge Cuapio Bautista, de la Dimensión Adolescentes; Faustino Armendáriz Jiménez, de la Dimensión Laicos, y Francisco Javier Chavolla Ramos, de la Dimensión Vida.