La Expo Astana 2017 que arrancó el pasado 10 de junio en Kazajistán bajo el lema “Energía del Futuro” acoge hoy el Día de la Santa Sede. En torno a esta jornada, se han celebrado diferentes actos que han contado con la presencia del prefecto para el Servicio de Desarrollo Humano, el cardenal Peter Turkson. Además, el Papa Francisco se ha hecho presente a través de un mensaje en el que recuerda que urge una “reflexión seria y responsable sobre cómo la humanidad puede, en los próximos años, aprovechar tecnologías innovadoras para hacer un uso racional de los recursos energéticos que son nuestro legado común”.
“No se debe permitir que los recursos energéticos sean víctimas de especulaciones financieras sin escrúpulos o que se conviertan en una fuente de conflicto”, sentencia el Papa en un texto que ha sido leído por Tomasz B. Peta, arzobispo de María Santísima de Astana, en presencia del presidente del Senado de Kazajistán, Kassym Jomart Tokayev.
En esta línea, y amparándose en Laudato si’, el Papa subraya que “la forma en que utilizamos los recursos energéticos es una señal de lo bien que estamos llevando a cabo la tarea que, según muchas tradiciones religiosas, nos ha sido confiada por Dios, es decir, cuidar del mundo que nos rodea y de nuestros semejantes de todos tiempo y lugar”.
Así, apelando al “crecimiento del diálogo y la cooperación entre las religiones que ha tenido lugar en Kazajstán”, Francisco asegura que en el cuidado de la casa común “está en juego nuestra misma dignidad, también la justicia y la paz”. “Si nuestra generación y uso de energía son sostenibles y solidarios, estamos haciendo bien nuestro trabajo. De lo contrario, no lo somos”, remata el Papa en este nuevo documento en el que insta a trabajar por una ecología integral.
