Luego de que este martes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidiera derogar el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que protege a unos 800.000 jóvenes indocumentados que llegaron a la Unión Americana cuando eran niños, los obispos de ese país calificaron de “inaceptable” la medida.
La condena a la cancelación del DACA se hizo a través de una declaración firmada por el Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés), cardenal Daniel DiNardo de Galveston-Houston; el Vicepresidente, arzobispo José Gómez de Los Ángeles; el Presidente de la Comisión de Migraciones, obispo Joe Vásquez de Austin, y el presidente del Subcomité de Pastoral para los Migrantes, Refugiados y Viajeros, obispo Joseph Tyson de Yakima.
Desde la creación del programa en 2012, por parte del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, más de 780.000 jóvenes recibieron protección del DACA, programa que no proporcionó ningún estatus legal ni beneficios gubernamentales, sino sólo autorización de trabajo temporal para laborar en ese país y la suspensión de la deportación.
Temor innecesario
La declaración de los obispos norteamericanos señala que la cancelación del DACA es “reprochable y causa temor innecesario” a los jóvenes y a las familias que se han beneficiado del programa.
Recuerdan los obispos que estos jóvenes entraron en Estados Unidos como menores, y en la mayoría de los casos tienen a esa nación como su único hogar. Por ello –explican– la Iglesia Católica vio con admiración el DACA, pues permitió que muchos jóvenes vivieran con esperanza y determinación de prosperar y contribuir a la sociedad. “Pero ahora estos valientes jóvenes se enfrentan a la deportación. Esta decisión es inaceptable y no refleja quiénes somos como estadounidenses”.
Tras recordar la frase bíblica: “Quien acoge a uno de estos niños en mi nombre me recibe; y el que me recibe, no me recibe a mí, sino al que me envió”, los obispos reconocieron que en esta ocasión la nación norteamericana ha hecho lo contrario de lo que pide la Escritura.
“Es un paso atrás en el progreso del país. Las acciones de hoy, representan un momento desgarrador en nuestra historia que muestra la ausencia de misericordia y buena voluntad, y una visión de corto alcance para el futuro. Los jóvenes de la DACA se entrelazan en el tejido de nuestro país y de nuestra Iglesia, y son parte de la juventud americana”, aseveraron.
Por ello, instaron “encarecidamente” al Congreso de Estados Unidos a encontrar una solución legislativa, y comprometieron el apoyo de la Iglesia para trabajar en la búsqueda inmediata de medios que permitan proteger a los “jóvenes de DACA”.
“Como personas de fe –concluyen– le decimos a los jóvenes de DACA: sin importar su estatus migratorio, ustedes son hijos de Dios y son bienvenidos en la Iglesia Católica. La Iglesia Católica te apoya y te defenderá”.