A las 8:29 am hora local (15:29 hora española) de hoy jueves 7 de septiembre, el papa Francisco salió de la sede de la Nunciatura Apostólica en Bogotá en un modesto carro Chevrolet color negro, rumbo a la Casa de Nariño, sede la Presidencia, para mantener el primer acto público de este su viaje apostólico a Colombia: el encuentro oficial con el presidente Juan Manuel Santos, miembros del Gobierno y del cuerpo diplomático; autoridades y representantes de la sociedad civil.
Numerosas personas se apostaron en las calles para saludarlo. Varios ciclista acompañaron su recorrido desde Teusaquillo hasta el centro de la ciudad. Tomas aéreas mostraban a esa hora la Plaza de Bolívar llena, dispuesta para el encuentro con la juventud.
Francisco fue recibido por el presidente Juan Manuel Santos y la primera dama, María Clemencia Rodríguez, vestida de blanco. El Papa caminó con el mandatario hasta la Plaza de Armas, mientras sonaban las notas del Himno Pontificio. Momento seguido se oyó el Himno Nacional de la República de Colombia, cantado por Juan Fernando Fonseca. El cantante interpretó después ‘Puede ser’, cuya letra hace un llamado al perdón. Mientras sonaba la pieza y el Papa avanzaba, varias personas se acercaron para saludarlo, entre ellas un niño con síndrome de Down, a quien Francisco estrechó entre sus brazos.
Juan Manuel Santos encendió una antorcha, ante la mirada del obispo de Roma, quien fue rodeado de niños en ese momento.
Saludo del presidente Santos
En sus palabras de saludo, el presidente agradeció al Papa por acompañar al país en “un momento único de la historia” y ayudar a los colombianos a dar el primer paso hacia la reconciliación.
“De nada vale silenciar los fusiles si seguimos armados en nuestro corazón”, dijo el premio Nobel de la Paz.
Papa: “La búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto”
A continuación, en su discurso, el Obispo de Roma señaló que “solo con fe y esperanza se pueden superar las numerosas dificultades del camino y construir un país que sea patria y casa para todos los colombianos”.
Además de destacar la importancia de la riqueza natural de Colombia y subrayar la importancia de un cuidado respetuoso de su biodiversidad, Francisco celebró los esfuerzos que se hacen en Colombia para poner fin a la violencia armada y encontrar caminos de reconciliación: “La búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos”.
Llamó a no decaer en el esfuerzo para conseguir la paz y la reconciliación. “La cultura del encuentro exige colocar en el centro de toda acción política, social y económica, a la persona humana, su altísima dignidad, y el respeto por el bien común”, dijo.
Francisco pidió “huir de toda tentación de venganza y búsqueda de intereses solo particulares y a corto plazo”. Y recordó al escritor Gabriel García Márquez, citando citó las palabras con que el novelista recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982, expresando su fe en “una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”.
Antes, refiriéndose al lema nacional, ‘Libertad y orden’, explicó que las leyes deben nacer del deseo de resolver las causas estructurales de la pobreza que generan exclusión y violencia. “Los animo a poner la mirada en todos aquellos que hoy son excluidos y marginados por la sociedad, aquellos que no cuentan para la mayoría y son postergados y arrinconados”, añadió.
“No están solos, somos muchos los que queremos acompañarlos en este paso”, aseguró a los presentes y, en ellos, a todo el país. Para concluir, pidió reconocer al otro, sanar heridas, construir puentes y estrechar lazos.