Como era previsible- así lo habíamos anticipado en un anterior servicio– Francisco no dejó pasar la ocasión para volver a referirse a Venezuela durante su visita a Colombia.
Después de la oración del Ángelus delante de la Iglesia de San Pedro Claver Bergoglio ofreció sus oraciones por todos los países latinoamericanos y “de manera especial por la vecina Venezuela. Expreso cercanía a cada uno de sus hijos e hijas de esa amada nación como también a los que han encontrado en tierra colombiana un lugar de acogida. Desde esta ciudad, sede de los Derechos Humanos , hago un llamamiento para que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad”.
El referente de Pedro Claver
Antes había elogiado la figura de Pedro Claver “acusado injustamente de ser indiscreto por su celo y debió enfrentar duras críticas y una pertinaz oposición por parte de quienes temían que su ministerio socavase el lucrativo comercio de esclavos”.
El papa recordó que “todavía hoy en Colombia y en el mundo millones de personas son vendidas como esclavos o bien mendigan un poco de humanidad, un momento de ternura, se hacen a la mar o emprenden el camino porque lo han perdido todo, empezando por su dignidad y por su propios derechos”.
El jesuita Bergoglio se concedió una pausa almorzando con 70 hermanos suyos de la Compañía de Jesús en la iglesia y monasterio de Santo Domingo edificio restaurado por el Instituto español de cooperación.