A lo largo de casi 40 minutos, el papa Francisco ha dialogado con los periodistas durante el viaje de regreso de Colombia, hoy lunes 11 de septiembre. En su saludo a la prensa, el Pontífice se ha mostrado “conmovido por la alegría, la fuerza, la juventud, de la nobleza del pueblo colombiano”.
Francisco ha comentado que, siendo obispo de Buenos Aires, había acudido al país para reuniones en varias ocasiones, pero que no “conocía la Colombia profunda, la que se ve en las calles”. “Agradezco el testimonio de alegría, de esperanza y de paciencia en el sufrimiento de este pueblo, me ha hecho tanto bien”, ha sentenciado.
Al Papa le ha emocionado ver a tantos padres y madres levantar a sus hijos a su paso por las calles de las ciudades que ha visitado. Estos niños levantados en brazos son “símbolo de esperanza y de futuro, de un pueblo que es capaz de tener hijos y mostrarlos así como su tesoro, este es un pueblo que tiene esperanza y tiene futuro”.
El segundo paso
Ante los contrarios al proceso de paz colombiana, el Papa se muestra comprensivo con que en los 54 años de guerrilla “se acumula mucho odio, mucho rencor, mucha alma enferma”. Pero “la enfermedad no es culpable, te viene”. “Estas guerrillas y grupos paramilitares, la corrupción… son los graves pecados que han provocado esta enfermedad”, aunque “hay pasos que dan esperanza, como las negociaciones, el alto al fuego del ELN que agradezco tanto…”.
“He percibido que las ganas de seguir adelante va más allá de las negociaciones, se produce gracias a la fuerza del pueblo”, señaló. “El pueblo quiere respirar y tenemos que ayudarle con la cercanía, la oración y sobre todo la comprensión del dolor que hay dentro de tanta gente”, ha declarado el Pontífice.
Este componente es, para Francisco, irrenunciable a la hora de solucionar otras crisis y conflictos abiertos: “Un proceso irá adelante cuando se implica el pueblo, el protagonista de la pacificación o es el pueblo o se llegará a cierto punto en que no se avanza”.
El Papa ha denunciado el mal que ha provocado la corrupción, aunque frente a quienes piden la excomunión de los corruptos, Francisco ha recordado que “el Señor no se cansa de perdonar”. Aunque no se debe pasar por alto que “el corrupto se cansa de pedir perdón y olvida cómo pedir perdón, es un estado de insensibilidad ante los valores, la destrucción, la explotación…”. “Es muy difícil ayudar a un corrupto, pero Dios puede hacerlo”, ha declarado.
Otros temas: a los políticos que “niegan el cambio climático”…
Durante la charla con los periodistas se han tratado otros temas. Por ejemplo, las recientes lluvias, huracanes e inundaciones, ante las que el Pontífice ha pedido una oración por las víctimas y ha recomendado a los políticos que “niegan el cambio climático”, “que escuchen a los científicos que hablan claro y son precisos al respecto”. “La historia juzgará sus decisiones”, aseguró. Este problema, insistió, afecta a “todos en sus pequeñas decisiones” y es “serio”, ya “cada uno tiene su propia responsabilidad moral”.
Y frente a las prioridades de los gobiernos que no afrontan estas responsabilidades, Bergoglio ha citado el libro de los Salmos: “El hombre es un estúpido”, refiriéndose a la persona como “el único animal que mete dos veces la pierna en el mismo agujero” como muestra de “soberbia o suficiencia”.
Francisco se ha referido a las contradicciones en la “geopolítica”, como la inversión en armamento y la desatención de tantos dramas humanitarios, comparando la parte pobre y la lujosa y turística que ha visitado en Cartagena de Indias. “No se quiere ver esto, se mira solo a una parte”, aseguró. “Veo una lucha de intereses que no puedo explicar… no se toma consciencia de esto que sucede”, lamentó.
… sobre los migrantes…
Preguntado por la decisión de Donald Trump de suspender el programa de ayudas a los jóvenes inmigrantes emprendedores, el Papa se ha mostrado prudente hasta conocer la propuesta en profundidad, y ha señalado que “si el presidente se presenta como pro-vida, seguro que comprende que se debe defender la unidad de la familia y la vinculación de los jóvenes en ella”.
Francisco ha reivindicado “la relación del joven con sus raíces”, ya que, en su opinión, “los jóvenes hoy necesitan volver a recuperar sus raíces. Todo lo que va contra las raíces, roba la esperanza”.
Respecto a la inmigración, el Papa ha destacado el papel de Italia y Grecia “porque han abierto el corazón a los migrantes, pero no basta con abrir el corazón”. Ha señalado que todo gobierno “debe gestionar este problema con la virtud propia del gobernante, la prudencia”, que se traduce en preguntarse “cuánto sitio tengo e integrar además de recibir”, ha señalado con el ejemplo de una estudiante universitaria que Francisco recogió en Lesbos.
“Es un problema humanitario, la humanidad tiene que tomar conciencia de las condiciones en las que se encuentran”, apuntó.
… y sobre Venezuela
Igualmente, ha denunciado la “explotación” que se vive en África por tantos países aún hoy en día. Y sobre la situación en Venezuela ha recordado que “la Santa Sede ha hablado fuerte y claramente”. El Pontífice se ha mostrado siempre partidario, ha recalcado, de “buscar una salida, ofrecer ayuda para salir del conflicto… aunque parece que la cosa es muy difícil”.
Al Papa le preocupa “el problema humanitario que hay y que debemos ayudar a resolver”. “Las Naciones Unidas deben hacerse sentir allí para ayudar”, reclamó.