El encuentro ha tenido lugar esta mañana en Santa Marta, después de la audiencia general. En cuanto Thomas Uzhunnalil vio al Papa, se echó al suelo para besarle los pies. De inmediato, Francisco le levantó y le besos su manos. Diecisiete meses ha permanecido secuestrado este sacerdote salesiano a manos del extremismo islámico.
Francisco le abrazó y le animó, garantizándole que seguiría rezando por él como lo hizo durante su cautiverio. “Visiblemente conmovido, le bendijo”, destaca L’Osservatore Romano, que relata de forma pormenorizada el encuentro. Tom, como le llaman coloquialmente al salesiano, le agradeció al Papa su atención y le confesó que “rezaba diariamente por él, ofreciendo precisamente sus sufrimientos por su misión y por el bien de la Iglesia”. Además, le aseguró que continuará “rezando por todos los que han estado espiritualmente a mi lado”.
Largo cautiverio
Uzhunnalil fue secuestrado el 4 de marzo de 2016 cuando se encontraba en una residencia de las misioneras de la Caridad, cuando celebraba la eucaristía. “Todos los días repetía dentro de mi corazón las palabras de la celebración”, explicó el sacerdote al Papa, que le detalló cómo “verdaderamente cada día sentía a Jesús a mi lado, siempre supe y escuchaba en mi corazón que no estaba solo”.
Acompañado por el cardenal de Bombay, Oswaldo Gracias, será sometido en los próximos días a exámenes médicos y se instalará en la comunidad del rector mayor de los salesianos. “No ha tenido grandes problemas durante el secuestro, le trataron bien”, confirmó Gracias.