África

Sacerdotes en el punto de mira en República Centroafricana





“La vida de nuestros sacerdotes corre peligro”. Así de contundente se ha expresado el obispo de Bossangoa, Nestor Desiré Nongo Azagbia, tras los ataques que en apenas una semana han tenido como objetivo a religiosos que ejercen su ministerio en las zonas más afectadas por el conflicto en República Centroafricana. El más grave tuvo lugar el 2 de septiembre en Zemio, al este del país, cuando milicias yanyawuid de Sudán asesinaron al P. Louis Tongagnessi, profesor en el colegio de la localidad.

El día antes, los dos curas diocesanos de la misma parroquia –Jean Alain Zimbi y Désiré Blaise Kpangou– no tuvieron más remedio que atravesar la frontera cruzando el río Mbomou para refugiarse en la vecina República Democrática del Congo, igual que las 15.000 personas que durante varias semanas acogieron como pudieron en el recinto de la iglesia. La misión fue asaltada y saqueada completamente por hombres armados. Desde hace tres meses, Zemio es uno de los epicentros de la violencia sectaria entre efectivos asimilados a la Seleka –de mayoría musulmana– y grupos Anti-balaka que atacan a las poblaciones que profesan el islam. (…)

El mes pasado, el subsecretario general de la ONU, Stephen O’Brien, alertó de que el país corría un riesgo serio de genocidio. Uno de los lugares donde es más evidente es Bangassou. Desde mayo, grupos asimilados a los Anti-balaka hostigan a unos 2.000 musulmanes a los que expulsaron violentamente de su barrio de Tokoyo y que desde entonces se esfuerzan por sobrevivir en la sede de la diócesis, donde el obispo comboniano español Juan José Aguirre les ha proporcionado la protección y ayuda humanitaria que ha podido.


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