El papa Francisco ha recibido en la Sala Clementina del Palacio Apostólico este sábado, 16 de septiembre, en audiencia a los participantes del Capítulo General de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús.
La congregación se ha reunido con el lema evangélico “Tú has guardado el vino bueno hasta ahora” (Jn 2, 10), que refleja “la preciosa herencia de proyectos y obras apostólicas que el carisma” ha transmitido a lo largo de la historia y que señala además la “rica potencialidad para el beneficio de la Iglesia y del mundo” en el contexto actual. El pontífice ha invitado a todos a realizar un discernimiento para “escuchar lo que el Espíritu dice hoy a su Iglesia y abierto a las preguntas de la humanidad” para impulsar el carisma con “decisiones valientes, expresiones creativas de la misión confiada”.
Siguiendo la intuición del fundador, Jules Chevalier, Francisco ha invitado a todos a seguir difundiendo la devoción al Sagrado Corazón de Jesús desde “una variedad de obras y acciones que dan testimonio de la ternura y de la misericordia de Jesús hacia todos, especialmente hacia aquellos sectores de la humanidad más necesitados”.
Esta lucha “por la justicia y la solidaridad con los débiles y los pobres, para dar esperanza y dignidad a los desheredados, de ir donde una persona espera de ser acogida y ayudada”, nace de la vuelta “al primer y único amor”, de “mantener los ojos fijos en el Señor Jesucristo para aprender de él cómo amar con un corazón humano, para tratar y cuidar de las ovejas perdidas y heridas”, advierte el Papa.
Ante de la disminución de las vocaciones en Europa, el pontífice apela a la importancia de “la formación cristiana de la juventud”. “¡Qué urgente es hoy la tarea de educar y acompañar a las nuevas generaciones para aprender sobre los valores humanos y cultivar una visión evangélica de la vida y de la historia!”, reclama Francisco a la vez que apunta a que la “emergencia educativa” es “ciertamente una de las fronteras de la misión evangelizadora de la Iglesia, a la que se invita a toda la comunidad cristiana a salir”.
Pensando en los religiosos hermanos de la congregación, Bergoglio ha pedido que “no cedan al mal del clericalismo, que elimina a la gente y especialmente a los jóvenes de la Iglesia”. Así, ha invitado a todos a vivir “una verdadera fraternidad que acoge la diversidad y realza la riqueza de cada uno”.
Algo que el Papa extiende al trabajo con los laicos: “No tengáis miedo de continuar y aumentar nuestra comunión con los laicos que trabajan en su apostolado, haciéndolos parte de sus ideales y proyectos y compartiendo con ellos la riqueza de la espiritualidad que emana de carisma del Instituto”.