El Vaticano investiga al sacerdote diplomático acusado de consumir pornografía infantil

El Vaticano ha confirmado que ha abierto una investigación sobre un sacerdote del cuerpo diplomático de la Santa Sede, destinado en la Nunciatura de Washington (Estados Unidos) y acusado de acceder a pornografía infantil desde su ordenador personal.

Esta medida se toma después de la notificación hecha, por vía diplomática, por el Departamento de Estado americano, que detectó la violación de las leyes en materia de pornografía infantil.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha confirmado que, “según la práctica adoptada por los Estados soberanos”, el sacerdote acusado se encuentra ya en el Vaticano, y el Tribunal pontificio ya cuenta con toda la documentación recibida desde Estados Unidos, según la versión vaticana.

Sin datos del sospechoso

Es ahora el promotor de Justicia de la Santa Sede –que realiza las funciones de fiscal– el responsable de llevar adelante la investigación. “El Promotor de Justicia ha abierto una investigación y ya ha iniciado una colaboración internacional para recopilar datos relativos al caso”, se lee en el comunicado vaticano.

Los protocolos protegen “la reserva” de la investigación y el Vaticano no ha confirmado ni la identidad ni la nacionalidad del sacerdote diplomático, destinado hasta ahora en la Nunciatura apostólica en Washington.

Desde la capital estadounidense se ha filtrado que el sacerdote era solo poseedor y consumidor de material de pornografía infantil, sin que se estén investigando implicaciones de abusos sexuales a menores.

Manteniendo la presunción de inocencia y la inmunidad diplomática –con las últimas revisiones en materias de pederastia hechas por Benedicto XVI y Francisco–, el Vaticano ha activado sus protocolos habituales y similares a los de otros estados soberanos.

Comunicado de los obispos estadounidenses

Por su parte, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) ha emitido un comunicado sobre este “grave caso”, asegurando que, aunque “no conocemos todos los detalles”, han procedido con los protocolos estipulados para este tipo de situaciones: “Una investigación inmediata, exhaustiva y transparente en cooperación con las fuerzas del orden y tomar medidas inmediatas para proteger a los niños”.

“La protección de los niños y jóvenes es nuestra responsabilidad más sagrada”, asegura en su nota el cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston.