El papa Francisco continúa su ciclo de catequesis semanales dedicadas a la esperanza. Este miércoles 20 de septiembre, con una reflexión sobre el tema ‘educar a la esperanza’.
En su catequesis, Bergoglio ha querido emplear un lenguaje directo, como si dialogase con “un joven o con cualquier persona dispuesta a aprender”. “¡Donde Dios te ha plantado, espera! No cedas al desánimo. Recuerda que el enemigo que tienes que derrotar está dentro de ti”, ha sentenciado enérgicamente Francisco.
El Papa ha invitado a tener una actitud de confianza en uno mismo: “Cree firmemente que este mundo es un milagro de Dios, que él nos da la gracia de realizar nuevos prodigios, porque la fe y la esperanza caminan juntas”.
Frente al arrepentimiento por el esfuerzo realizado, ha recomendado personalmente: “Nunca pienses que has luchado en vano, que al final de la vida nos espera el naufragio. Dios no nos engaña, llevará a plenitud, como una eterna primavera, la esperanza que ha puesto en nuestro corazón”.
“No te quedes paralizado, levántate, camina, confía, sueña. Sé constructor de paz y no de odio o división. Ama a tu prójimo, respeta el camino de cada uno, sé compasivo y justo. Sueña con un mundo nuevo. Pide a Dios la gracia de ser valiente”, ha animado a todos.
Valentía y actitudes que surgen del ejemplo y de estilo de vida de Jesús, que “venció por nosotros al miedo, el enemigo más grande contra nuestra fe”. “Recuerda que no eres superior a nadie y que, como cristiano, eres hermano de todos. Cultiva ideales y sé fiel a ellos. Y si te equivocas, no dudes en levantarte siempre, pues no somos infalibles, y el Hijo de Dios ha venido para rescatarnos a todos. Vive, ama, cree, sueña. Dios es tu amigo, y con su gracia, nunca caigas en la desesperación”, concluyó. [Texto completo de la catequesis, aquí]
Por otra parte, Francisco ha tenido un recuerdo por el pueblo mexicano tras el “terrible terremoto que ha asolado México” ayer martes.
“En este momento de dolor, quiero manifestar mi cercanía y oración a toda la querida población mexicana”, ha expresado el Papa, que ha invitado a todos rezar “a Dios para que acoja en su seno a los que han perdido la vida y conforte a los heridos, sus familiares y a todos los damnificados”.
Francisco ha pedido también “por todo el personal de servicio y de socorro que prestan su ayuda a todas las personas afectadas”. A la Virgen de Guadalupe ha encomendado los afectados y ha deseado que “con mucha ternura esté cerca de la querida nación mexicana”.
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy tratamos sobre el tema ‘educar a la esperanza’, por eso usaré el tú, imaginando conversar con un joven o con cualquier persona dispuesta a aprender.
¡Donde Dios te ha plantado, espera! No cedas al desánimo. Recuerda que el enemigo que tienes que derrotar está dentro de ti. Cree firmemente que este mundo es un milagro de Dios, que él nos da la gracia de realizar nuevos prodigios, porque la fe y la esperanza caminan juntas. Confía en Dios Creador, que llevará su creación a cumplimiento definitivo, en el Espíritu Santo que guía todo el bien, en Cristo que nos espera al final de nuestra existencia.
Nunca pienses que has luchado en vano, que al final de la vida nos espera el naufragio. Dios no nos engaña, llevará a plenitud, como una eterna primavera, la esperanza que ha puesto en nuestro corazón. No te quedes paralizado, levántate, camina, confía, sueña. Sé constructor de paz y no de odio o división. Ama a tu prójimo, respeta el camino de cada uno, sé compasivo y justo. Sueña con un mundo nuevo. Pide a Dios la gracia de ser valiente. Recuerda que Jesús venció por nosotros al miedo, el enemigo más grande contra nuestra fe. Reconoce que por el Bautismo tu vida pertenece a Cristo y él vive en ti, y a través tuyo, con su mansedumbre, quiere someter a los enemigos del hombre: el pecado, el odio, el crimen, la violencia.
Recuerda que no eres superior a nadie y que, como cristiano, eres hermano de todos. Cultiva ideales y sé fiel a ellos. Y si te equivocas, no dudes en levantarte siempre, pues no somos infalibles, y el Hijo de Dios ha venido para rescatarnos a todos. Vive, ama, cree, sueña. Dios es tu amigo, y con su gracia, nunca caigas en la desesperación.