Durante las primeras horas del 20 de septiembre, Cáritas Internacional emitió un informe en el que dio a conocer la situación de emergencia acontecida en México por el terremoto de 7.1 grados Richter originado a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, ocasionando daños lamentables tanto en esa entidad como en la Ciudad de México, Tlaxcala, Puebla, Guerrero, Oaxaca y Estado de México.
El informe, emitido poco más de 12 horas después de ocurrido el desastre natural detalla que, preliminarmente se tiene registro de alrededor de 250 personas fallecidas, cifra que podría aumentar mientras continúan las labores de rescate entre los escombros de los edificios colapsados, trabajo que hasta el momento sigue siendo la prioridad por parte de centenares de personas que se organizan, unas para la remoción de escombros y otras para acercar provisiones de agua y alimentos a las personas que lo requieran.
El comunicado de Cáritas Internacional reporta que algunos edificios muy dañados han seguido colapsándose en las últimas horas, por lo que cientos de personas, incluso pacientes de hospitales, han sido evacuadas hacia albergues de protección. Refiere que en distintos puntos de la Ciudad de México se han abierto centros de acopio, adonde la ciudadanía puede llevar lámparas, picos, palas, equipo de corte, cubrebocas y guantes para los brigadistas al rescate. Indica que, además de las casas y edificios que se han colapsado o sufrido daños en distintos grados, numerosos templos históricos presentan importantes fracturas.
Ante esta catástrofe, Caritas Internacional comunica al pueblo mexicano que se han tomado medidas desde la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en coordinación con diferentes grupos y organismos de la Iglesia, para monitorear constantemente la situación y gestionar apoyos frente a la emergencia. Las diferentes diócesis –indica– se han solidarizado y establecido contacto con la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPS), a fin de ofrecer cualquier clase de servicios que se requieran, uniéndose a los afectados en acción y oración; asimismo, ha motivado a los miembros de la Pastoral del Consuelo a atender emocional y espiritualmente a las personas siniestradas, así como a instalar centros de acopio y efectuar colectas económicas para poder atender la emergencia.
Cáritas Mexicana, en coordinación con las iglesias diocesanas, ha diseñado un plan de trabajo para la evaluación de daños y la ayuda a los afectados por el terremoto, para llegar sobre todo a los más necesitados, articulándose con entidades de gobierno y sociedad civil a fin de hacer sinergia en esta primera fase de la emergencia, por lo que ha convocado a distintas organizaciones a continuar con los trabajos que se vienen realizando desde el pasado 7 de septiembre, redoblando ahora esfuerzos para atender las necesidades que ha dejado el terremoto de este martes 19 de septiembre.
Para establecer contacto con Cáritas, la ciudadanía puede escribir a los correos electrónicos rogelionarvaez@gmail.com, emergencias@ceps.org.mx y aarciniega@gmail.com